Según Ecologistas en Acción, que va a interponer una denuncia por estos vertidos, dos analíticas encargadas por la asociación de las aguas del cauce público constatan que son “muy ácidas, con un ph de 3,1 y conductividad de 3.000 usm/cm2”, cuando la referencia para las aguas de consumo humano establece un ph de 6 a 7 y una conductividad de entre 180 y 300.
Apuntan que “debido a las fuertes lluvias de estos últimos meses, la presa de Gossan está completamente llena y sus aguas saliendo directamente, a través de dos tubos, al canal perimetral, aguas que terminan finalmente vertiéndose en el mismísimo río Odiel”, recordando que en ese mismo cauce se pretende construir la presa de Alcolea, al igual que denunciaba la pasada semana WWF, que servirá para el regadío de cultivos en la comarca del Condado y de Doñana.
El propio consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, afirmó ayer que hay pruebas que garantizan la calidad de las aguas del río Odiel y aseguró que la Junta de Andalucía tiene en marcha “todos los mecanismos de protección y garantía de la calidad de las aguas del río Odiel”, subrayando que la Administración “no va a permitir en ningún momento que aguas destinadas al regadío estén contaminadas”.
Denuncia contra Emed
La denuncia pública de Ecologistas se une a otras cinco anteriores que apuntan como responsable a Emed Tartessus, pues un contrato de 1 de marzo de 2005 entre la empresa Zeitung (una de las propietarias de los terrenos colindantes) y Mantesur la hace responsable del mantenimiento y conservación de estos residuos, contrato que obliga a Emed puesto que adquirió “los activos, derechos y obligaciones” de la extinta sociedad.
Existen cuatro anteriores interpuestas ante la Guardia Civil (tres en el puesto de Minas de Riotinto y una en Aracena) entre diciembre de 2009 y febrero de 2010, que pone en conocimiento de la autoridad la apertura de diversas compuertas, entre ellas la conocida como fusible, y el posterior vertido de aguas ácidas a cauce público, en lugar de desviar los excesos de caudal por las lluvias a las balsas dispuestas para ello. Según las denuncias, estas acciones no contaban con el visto bueno de la empresa propietaria de los terrenos en los que se ubican, en este caso, los de Rumbo 5.0
La última acción judicial es una denuncia penal por delito medioambiental contra Emed Tartessus, cuya fecha de registro en el juzgado de Valverde del Camino es del 13 de mayo pasado, en la que se hace responsable a la propietaria de la unidad industrial de Minas de Riotinto de un vertido continuo de aguas ácidas, iniciado el 21 de diciembre de 2009 y que seguían a la fecha de la presentación del escrito, que calculan en unos 4,38 millones de metros cúbicos, con una acidez de entre 2,6 y 3,8 de ph.
Según esta denuncia, Emed Tartessus decidió de forma unilateral y sin autorización de la empresa Zeitung, propietaria de los terrenos continuos afectados, parar las bombas que recirculan las aguas al sistema de presas, modificar las conducciones que las derivarían a la presa de Cobre y abrir el denominado fusible de la presa de Gossan, de forma que las aguas ácidas se han vertido a cauce público y a sus terrenos a razón de 40.000 metros cúbicos diarios, alcanzando en determinados días los 100.000.
Tras destacar el peligro registrado para el pantano de Campofrío por la posibilidad de rotura al no haberse mantenido el resguardo de seguridad ordenado por la Junta hace tres años, la denuncia recuerda la responsabilidad de Emed en el mantenimiento y cuidado de las presas tras adquirir los activos de Mantesur. A fecha de la denuncia, los vertidos de aguas ácidas seguían a un ritmo de entre 10.000 y 15.000 metros cúbicos sin que se hubieran tomado acciones para contenerlos o tratar los residuos.
Emed reconoce “descargas” ordenadas y seguras
Emed Tartessus, a través de un comunicado, negó ayer la denuncia de Ecologistas y aseguró que “a día de hoy, no se está produciendo ningún vertido al cauce del Odiel desde las presas de estériles mineros pertenecientes al complejo industrial de Minas de Riotinto”.
“Es cierto que las precipitaciones históricas recogidas este invierno han dado lugar, al igual que en la gran mayoría de embalses de Andalucía, a que se pongan en marcha los dispositivos de seguridad existentes para garantizar la seguridad de las instalaciones y evitar daños a personas, infraestructuras o al medio ambiente, produciéndose descargas de agua de las presas hacia el canal perimetral”, indica.
Como propietaria de parte de la presa de estériles, Emed reconoce su responsabilidad para evitar los vertidos y asegura que las descargas se han producido, al igual que en otras presas, de manera ordenada y segura, con conocimiento de la Agencia Andaluza del Agua, la Consejería de Medio Ambiente y el Departamento de Minas de la Junta.
“Las descargas que se han producido desde el canal perimetral hacia el cauce del Odiel han sido realizadas de manera que se minimice cualquier posible riesgo de contaminación, debido al efecto de dilución por las intensas lluvias sumadas al desagüe controlado de los embalses aguas arriba de la presa”, indica la empresa.
Tras destacar que Emed es “la única empresa que, hasta el día de hoy, realiza las labores de mantenimiento y control en el depósito de estériles, con un alto coste económico”, acusa a Rumbo 5.0 y Zeitung de no cumplir con sus obligaciones y responsabilidades, e incluso de obstruir “físicamente” el mantenimiento de las presas.
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