Según un comunicado de Europaexpress “La Junta de Andalucía formará a docentes para actuar ante olas de calor o temperaturas excepcionales”. Desde hace más de 26 años la Junta de Andalucía conoce e incumple lo dispuesto en el Real Decreto (RD) 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. La Junta de Andalucía ha debido poner medios suficientes para que, en la red pública de centros educativos, se garanticen las temperaturas adecuadas y además legalmente establecidas en la normativa de prevención de riesgos laborales. En el Artículo 7, del mencionado RD se dispone: “1. La exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deberá suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores. A tal fin, dichas condiciones ambientales y, en particular, las condiciones termo higrométricas de los lugares de trabajo deberán ajustarse a lo establecido en el anexo III”. Ese anexo se dedica a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo que no deben suponer “un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores”. Para ello deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas, los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas, los olores desagradables, la irradiación excesiva y, en particular, la radiación solar a través de ventanas, luces o tabiques acristalados. Concreta bastante las condiciones que deben respetarse para el cumplimiento de la ley: a) La temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27 ºC. La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25 ºC. b) La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70 por 100, excepto en los locales donde existan riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será el 50 por 100. Pues como la Junta de Andalucía no ha hecho su deberes, durante 26 años, más de un cuarto de siglo -que se dice fácil-, y ha estado todo estos años incumpliendo la ley, ahora la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, ante la extrema ola de calor que ya se está sufriendo, pretende responder formando “a los docentes sobre medidas y actuaciones en los centros educativos ante olas de calor o "altas temperaturas excepcionales". Cita la nota de prensa de la agencia de noticias que se pondrán en marcha (no se sabe cuando ni a cuantos centros afectaría) “instalación de refrigeración por “enfriamiento adiabático” y placas fotovoltaicas para climatizar los centros. Lo de la electricidad suena. Pero lo de refrigeración adiabático, algo menos. Este es aquel que se logra al evaporar el agua que reside en el aire. Y es por ello que también se le denomina enfriamiento por evaporación. De hecho, la revista Consumer, en su número de 12 julio de 2018, publica un artículo titulado “¿Adiós al aire acondicionado? El efecto botijo enfría la casa y es más barato”. !Qué punto construir los centros educativos utilizando la tecnología del clásico “porrón”! Aunque cabría preguntarse si serviría igualmente para mantener el calor ya que no hay que perder de vista que la temperatura mínima nuca puede ser inferior a 17ºC. En instalaciones de feria o veraniegas suele hacerse pulverizando microgotas de agua en el ambiente mediante aspersores. Y la pregunta del millón es si con la sequía que se atraviesa hay suficiente disponibilidad de agua, teniendo presente que además ésta debe estar depurada y libre de bacterias porque las microgotas se respiran. No parece que la Junta de Andalucía haya pensado mucho en esto y por ello en el mismo comunicado se detalla que se amplia el horario flexible en caso de alarma térmica al 15 de mayo. Anteriormente esta flexibilidad solo se realizaba desde junio a septiembre. Concluyendo: Es bueno que la Junta de Andalucía, aunque sea después de 26 años, reconozca que algo hay que hacer y si no se han climatizado los centros (las Consejerías, Parlamentos etc… por supuesto lo están) mejor que las direcciones de los centros cierren las instalaciones y manden a los niños a sus casas. Todo menos que se mueran de calor en los colegios e institutos. En fin, grandes discursos y ningún recurso. Y la vida de los gobiernos de los partidos políticos sigue su curso, preocupados eso sí por la ola de calor, pero fresquitos en sus despachos ¡también!
Fdo Rafael Fenoy
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