María González habla claro. Según ella no hay palabra que, en este caso, defina mejor el trabajo de Vueling que "ineptitud". Tal y como nos cuenta, hace un par de semanas se vio afectada por la cancelación de un vuelo de la compañía y así lo expone en exclusiva a ANDALUCÍA INFORMACIÓN aportando la documentación relativa.
La familia de María viajaba de Las Palmas de Gran Canaria a Málaga para acudir a un evento familiar. Era una cosa rápida, por tema de trabajo no habían podido pedir más días. Volar el sábado por la mañana a Málaga, bautizo el domingo y volverse el lunes por la tarde. No había tiempo para más.
Sin embargo, el sábado por la mañana comenzó "la odisea de viajar con Vueling", tal y como lo describe María.
Estando ya los cinco sentados en el avión, anunciaron por megafonía que debían bajar, que estaba perdiendo aceite. Tras más de cinco horas en el aeropuerto, se les comunicó que no volaban. El vuelo quedaba cancelado.
La opción que les propusieron fue volar a Bilbao, pagarse allí la noche de hotel ("con suerte se las reembolsan", les dijeron en atención al cliente, afirma María) y llegar a Málaga habiéndose celebrado ya el bautizo.
Como no había más vuelos a Málaga, la única opción fue viajar a Sevilla, alquilar un coche y hacer el trayecto de dos horas para llegar a Málaga a las 2 de la mañana. Todo ello con una niña de 6 años.
María y su familia llegaron al bautizo el domingo por la mañana, pero, como destaca María, la "ineptitud" de Vueling les obligó a comprar nuevos billetes de avión, perder el dinero del día que habían pagado en una casa rural y el que tuvieron que pagar el lunes para poder aprovechar la reserva, perder el dinero del coche de alquiler, perder el tiempo en el trayecto de Sevilla a Málaga y, por supuesto, perder un día con su familia, a la que iban a ver solo tres días y se quedó en dos.
Ahora, tras más de dos semanas 'peleando' con Vueling, la compañía les ha contestado, con lo que ella considera "un mensaje predefinido", que "el vuelo se vio afectado por razones operativas que escapaban al control de Vueling y, por lo tanto, se trató de una circunstancia excepcional no atribuible a Vueling".
Asimismo, la aerolínea añade: "Vueling no pudo evitar el problema porque fue causado por circunstancias impredecibles e inevitables fuera del control de Vueling".
Con esa justificación "tan pobre", a tenor de María, Vueling le ha denegado la reclamación de compensación a ella, a su novio, a su hermano, a su cuñada y a su sobrina, acumulando el viaje más de 500 euros en gastos provocados por la cancelación.
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