El Pleno del Tribunal Constitucional no llegó a debatir el texto de Jiménez, que preveía la declaración de inconstitucionalidad de una veintena de preceptos y la interpretación de otros tantos, y finalmente será Casas la que asuma una nueva redacción del texto con el fin de desatascar la actual situación, tras el fracaso de los ponentes anteriores.
El primer borrador, que fue elaborado por Elisa Pérez-vera, integrante del denominado "sector progresista", fue tumbado por seis votos contra cuatro tras sufrir hasta cuatro modificaciones desde su redacción inicial, mientra que el segundo ni siquiera fue sometido a debate.
Aunque el Pleno se reunió a las 11.00 horas, no fue hasta las 13.15 cuando comenzó a tratarse el último borrador de sentencia, ya que la sesión plenaria no era monográfica e incluía otros asuntos en su orden del día, upreno de ellos referido a la paralización de las obras en el barrio del Cabanyal en Valencia, que fueron los primeros en discutirse. Sin contar la pausa de la comida, la deliberación no ha llegado a las cuatro horas.
El texto que los magistrados tenían sobre la mesa fue redactado durante el último mes por el vicepresidente de este órgano, Guillermo Jiménez, integrado en el denominado "bloque conservador" del tribunal. Por esta razón, su contenido se preveía más restrictivo con los preceptos incluidos en la norma catalana que el que fue rechazado el pasado 16 de abril por seis de los magistrados frente a cuatro.
Jiménez asumió la ponencia del Estatut después de que el último Pleno que se convocó para estudiar este asunto, hace apenas un mes, rechazara el texto elaborado la magistrada Elisa Pérez Vera, del denominado "bloque progresista" del órgano judicial.
Medio centenar de preceptos
De la información que había trascendido hasta ahora del alto tribunal podría deducirse que el texto rechazado hoy, aunque sin ser sometido a votación era aún más duro con la norma catalana que el elaborado por Pérez-Vera, ya que anulaba por inconstitucionales 22 artículos y otros tantos los sometetía a interpretación. Además, el texto de Jiménez podría incluir los "peros" al Preámbulo en la parte dispositiva de la sentencia, una cuestión que encontró un fuerte rechazo en el sector "progresista" del órgano.
Los diez magistrados que discuten sobre el Estatut --queda fuera Pablo Pérez-Tremps, recurrido por el PP, y hay una plaza vacante tras el fallecimiento de Roberto García Calvo--, tenían sobre la mesa una sexta versión de la sentencia, si bien la división existente en el tribunal permitía pronosticar una gran dificultad para alcanzar un acuerdo que permita poner fin a la tortuosa evolución que el recurso del PP ha tenido en el tribunal de garantías.
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