Todos los grupos municipales se mostraron contrarios al burka, pero rechazaron la propuesta del PPC porque consideraron que precisa de un debate más amplio para impedir que la medida se quede en una mera prohibición que no incida en las causas reales del problema.
Asimismo, el comisionado para la inmigración del consistorio, Daniel de Torres, anunció que el Ayuntamiento ha pedido un informe a los servicios jurídicos porque antes de tomar cualquier decisión hay que saber cuál es el ámbito competencial.
La portavoz del PPC, Maria Àngels Esteller, ha pedido la prohibición del burka porque es un velo que cubre toda la cara y “atenta a la dignidad y la libertad de la mujer”.
Todos los grupos se mostraron de acuerdo en el “aislamiento” que provoca en la mujer este tipo de velo, aunque la portavoz de ICV y concejal de la Mujer, Elsa Blasco, puntualizó que es necesario diferenciar el burka del resto de pañuelos musulmanes y se ha distanciado “del discurso xenófobo que a menudo enmascaran estas prohibiciones”.
No obstante, Blasco subrayó que eliminar el burka de las calles de Barcelona “puede ser necesario por motivos de seguridad”, pero añadió que “prohibir sin más no es la solución, porque puede provocar que las mujeres se lo tomen como una nueva imposición”. En este sentido, la representante de CiU, Maite Fandos, ha alertado de la posibilidad de que las mujeres que llevan burka “se queden sin salir de casa” si la prohibición no viene precedida de un trabajo previo con las comunidades.
Por esta razón, lamentó que la representante del PPC haya rechazado la enmienda transaccional que pretendía llevar el debate al grupo de inmigración o al de mujeres, para su debate en profundidad. Fandos anunció que su grupo intentará trasladar el debate a alguno de estos dos foros y la representante del PSC, Imma Moraleda, ha acusado a la portavoz del PPC de “hacer declaraciones rimbombantes” y carecer de “auténtica voluntad de abordar el problema”.
En otro orden de cosas, el Consejo de ministros francés examinará y muy probablemente adoptará hoy el controvertido proyecto de ley del Gobierno de Nicolas Sarkozy para prohibir el uso del velo islámico integral, como el burka o el niqab, en todos los espacios públicos, incluida la calle.
Pese al dictamen negativo del Consejo de Estado, un órgano de carácter consultivo que en dos ocasiones se pronunció en contra de la prohibición total por ley de esta prenda, el gabinete pretende avalarlo y remitirlo a la Asamblea Nacional para su tramitación parlamentaria.
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