Dicen que el Martes Santo reúne a seis cofradías que saca mucho, mucho, público cofrade a las calles, pero qué jornada de esta Semana Santa no está siendo multitudinaria. Porque acompaña el tiempo, porque se han pasado unos años poco claros con la pandemia del Covid y su pospandemia, las lluvias, porque, en definitiva, hay ganas de pasión. Y el tiempo sigue siendo bueno, aunque ayer, el calor dio un respiro, las nubes trajeron humedad y fresco, una bajada de temperatura que obligó a abrigarse a quienes quisieron disfrutar de Rocío, Las Penas, Nueva Esperanza, Humillación, Rescate y Sentencia por la noche en sus encierros.
La jornada se abría con la presencia temprana de la Novia de Málaga, la Virgen del Rocío, bajando desde su barrio de la Victoria al Recorrido Oficial. Puntual, dos minutos antes del horario previsto, la cofradía victoriana hizo presencia en la Tribuna Principal para pedir la venia y realizar el recorrido oficial con sus tres cruces de guía con la Banda Suspiros de Pasión de Alameda abriendo y acompañada de sus 650 nazarenos. se volvió a vivir la emoción del rezo cantado del Ave María en la Tribuna de los Pobres.
Un cortejo brillante con Jesús de los Pasos en el Monte Calvario con su mano apoyada, seguido multitud de promesas y “Rocío del cielo, reina del mundo”, con su blanco caminar para regocijo del Martes Santo.
También destacó ayer la sobriedad y elegancia en Las Penas. Con personalidad y carácter impresora de mucha elegancia. Con la belleza del Cristo de la Agonía, ese crucificado imponente.Y como no, con el singular manto de flores de la Virgen de las Penas en el que, en esta ocasión, destacó el escudo de la Fundación Católica Ayuda ala Iglesia Necesitada y su labor por los creyentes perseguidos en el mundo.
En el Martes Santo, la consolidación de Nueva Esperanza, que cumple medio siglo mostrando su saber cofrade. Con ese sabor de barrio que trae desde Nueva Málaga, su marea de nazarenos morados y verdes, la majestuosidad del Nazareno del Perdón, con su trono pendiente de terminar y su andar peculiar que se refleja en su túnica. Una cofradía que afronta más de doce horas en la calle, con paso cadencioso para compensar la larga distancia que debe recorrer en su estación de penitencia.
Desde su templo dominico, el señor de la Humillación y la Virgen de la Estrella, que acudieron puntuales también a su cita del Martes Santo, aunque, el encierro, tiene la peculiaridad de realizarse en la aledaña Casa de Hermandad. Para muchos, uno de los tronos más icónicos de la Semana Santa malagueña. Con sus tronos donde el protagonismo es para la caoba y la plata.
El día se completo con El Rescate y La Sentencia, dos céntricas cofradías, las últimas en realizar el recorrido oficial. Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia también llenaron las calles de clasicismo y de color.
El gran trono con ese conjunto escultórico tan con el momento en que Jesús va a ser prendido en el Monte de los Olivos y los discípulos intentan evitarlo. Un trono que tiene mucho movimiento por el cimbreo de los olivos o las vestimenta de los apóstoles.
La última en salir a la calle fue la Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos y San Juan Evangelista. Donde destacó la Virgen del Rosario que caminaba con paso muy vivo al inicio de su recorrido en dirección hacia calle Álamos con su peculiar exorno floral con jarras de flores muy coloridas, una costumbre en esta cofradía exorno cuidados y originales, la última en acceder al itinerario oficial sucesión de velas rizadas en el frontal y en los laterales.
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