José Luis Mendilibar debutó este fin de semana con victoria ante el Cádiz. El nuevo entrenador del Sevilla tiene una idea de juego opuesta a la de Jorge Sampaoli y visto lo visto, mucho más adecuada para la situación que vive el equipo. Mientras que al argentino optaba por un juego de toque, el nuevo técnico apuesta más por la efectividad.
Ante el Cádiz el conjunto sevillista saltó al césped con un nuevo esquema. El Sevilla abandonó la defensa de cinco para jugar con cuatro zagueros. La idea de Sampaoli era mantener arropado atrás con muchos hombres, Mendilibar sacó de la defensa de cinco a Telles para jugar con Acuña, Badé, Gudelj y Navas. Una línea parecida en nombres pero muy distinta en resultado. Aunque el gran cambio de la línea defensiva fue la entrada de Dmitrovic como titular. El serbio, hombre de confianza del técnico, brilló bajo palos.
En el centro del campo Sampaoli optaba por una línea de cuatro futbolistas, que solía contar con la amplitud por fuera de los carrileros. Mendilibar jugó con dos pivotes defensivos, dos extremos y un mediapunta.
En la punta de ataque el Sevilla jugó con un delantero referencia, En Nesyri. El entrenador argentino también solía jugar con un nueve puro aunque en ocasiones usó para esa demarcación a algún extremo como Ocampos o Lamela. El nuevo técnico no hizo experimentos y apostó por lo clásico, un delantero referencia.
El resultado de este nuevo esquema fue una nueva forma de jugar y una nueva mentalidad para el equipo. El Sevilla juega de forma mucho más directa, pocos toques, velocidad y búsqueda de la portería contraria.
Es pronto para hacer análisis profundos, pero de momento la plantilla está contenta con su nuevo entrenador y una idea de fútbol que funciona.
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