Aunque todos pidamos lluvia, o quizá pidiendo por ella, a nadie ha amargado esta tarde de sol y ambiente primaveral en la que echa a andar una nueva Semana Santa en Alcalá la Real. De la iglesia de las Angustias partía la Cruz de Guía, a las cinco y media de la tarde, como antesala a la salida de los pasos del Grupo Parroquial Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Estrella, discurriendo por el ya habitual itinerario por el casco antiguo de la localidad.
Los hábitos blancos de los nazarenos, que representan la pureza, han lucido un año más, con sus cinturones de esparto, en compañía de los niños vestidos de hebreos, con sus vestimentas de raso en crudo, que dan alegría y recogimiento a esta procesión del Domingo de Ramos. Las hermanas y camareras han vestido, a su vez, la clásica peineta y mantilla en color negro.
El paso de misterio de la Entrada de Jesús en Jerusalén, que este año estrena el dorado de las cartelas, es el más espectacular que hace su estación de penitencia en la tarde del Domingo de Ramos alcalaíno. En cuanto al paso de palio de Nuestra Señora de la Estrella, se porta bajo costal, y fue diseñado por José Francisco Moyano, siendo bordada la delantera por Alberto Vico en 2015. El techo es una cartela que representa la Coronación de la Virgen. El manto, realizado por Pedro Gálvez y José Manuel Serrano, es de color azul, con una amplitud de bordados, ribetes y figuras en oro.
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