La que fuera mujer de Kiko Matamoros ya conoce qué riesgos y beneficios conlleva entrar a quirófano para hacerse algún retoque estético. A sus cincuenta y tres años, comenzaba el año con una intervención para modificar la forma de su nariz, que tantos años le había acomplejado. Tan solo unas semanas después, tomaba la decisión de hacerse un rejuvenecimiento facial.
Makoke regresaba a Fiesta tras dieciocho días desde que pasara por quirófano para someterse a un rejuvenecimiento familiar de cuello y la parte inferior de la cara. Era recibida en plató con vítores y aplausos tras la gran revelación que casi se ve afectada por un imprevisto en el último momento debido a una rotura en el pantalón.
Ha aprovechado la oportunidad para agradecer a su doctor y al equipo médico por el buen trato y explicaba que todavía no se podía ver el resultado final. Habrá que esperar tres meses para poder comprobar si está satisfecha con cómo ha quedado la operación. Todavía con el rostro hinchado, aseguraba encontrarse muy bien de salud y de ánimos.
Sonriente, con el maquillaje y el pelo impecables, Makoke se mostraba muy cómoda a su regreso a plató. No cabe duda de que estaba echando de menos regresar a la televisión. Con cuidado para no hacer movimientos bruscos, estaba preparada para seguir el ritmo del directo durante el programa.
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