La empresa Acerinox sigue amasando millones en beneficios al mismo tiempo que cobra de las administraciones públicas. Durante el año 2022, en el que mantuvo un Expediente de Regulación de Empleo aplicado a la totalidad de la plantilla con merma para el salario de los trabajadores, Acerinox registró los que desde la compañía califican como mejores resultados de su historia.
En un comunicado, informaban a última hora de ayer de que facturó 8.688 millones de euros, un 30 % más que en 2021, tras aprovechar la buena situación de la demanda. Además, el control de costes y la mejora de la eficiencia durante los últimos años pe mitió optimizar márgenes en un entorno volátil. Del mismo modo, alcanzaron un EBITDA de 1 276 millones de euros en un entorno complicado dada la inestabilidad generada por la situación geopolítica provocada por la invasión de Ucrania, la inflación de costes (especialmente el precio de la energía en España), los problemas en la cadena de suministro y el colapso sufrido en marzo en la cotización del níquel en la Bolsa de Metales de Londres.
El resultado después de impuestos y minoritarios fue de 556 millones de euros, 572 millones en el mismo periodo de 2021 después de un deterioro de activos de Bahru Stainless por importe de 204 millones de euros. Por su parte, la deuda financiera neta fue de 440 millones de euros reduciéndose en 138 millones con respecto a 31 de diciembre de 2021. Todo ello, recordamos, mientras la compañía aplicaba un ERTE a toda la plantilla para garantizar la viabilidad de la factoría barreña durante el periodo de incremento del coste de la energía generado por la guerra.
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