La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, iniciará durante los primeros días de marzo el encargo a Tragsa para la reorganización de la batería de sondeos de abastecimiento de agua a Matalascañas, en el término municipal de Almonte, para salvaguardar los valores naturales en el ámbito de Doñana, según ha indicado en una nota de prensa.
Así lo ha anunciado el presidente del organismo de cuenca, Joaquín Páez, durante su encuentro con la regidora del municipio onubense, Rocío del Mar Castellano. Páez ha destacado que esta medida "dará cumplimiento a la sentencia del tribunal Europeo de Justicia, que apremiaba al Reino de España a implementar en su Planificación Hidrológica medidas que evitaran la alteración de los hábitats protegidos de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) de Doñana, ocasionada por las extracciones de agua subterránea para abastecer el núcleo costero".
Estos trabajos, que contarán con una inversión total de 1,2 millones de euros, se enmarcan en la batería de medidas impulsadas desde el Marco de Actuaciones de Doñana del Miteco, dotado de una inversión de 356,3 millones de euros, y contemplados en el Plan Hidrológico del Guadalquivir 2022-2027.
En la actualidad, Matalascañas se abastece de una batería de cinco sondeos con profundidades de entre 152 y 182 m y una concesión máxima de 2,75 hectómetros cúbicos al año. De este volumen se extraen anualmente unos 2,2 hectómetros cúbicos de agua subterránea -en un acuífero que en esa zona tiene una recarga media de más de 70 hectómetros cúbicos- para abastecer a una población estacional de 160.000 habitantes, que los fines de semana pueden llegar hasta los 300.000.
El objetivo de la actuación prevista consiste en la clausura de los dos sondeos existentes en el extremo oriental de Matalascañas y su sustitución por otros dos situados en el extremo más occidental, a fin de conseguir un ascenso en los niveles piezométricos en la zona más próxima al complejo lagunar para favorecer su recuperación.
En este sentido, Páez ha concretado la previsión del aumento de nivel de la laguna del Charco del Toro, "para la que se espera un aumento de 1,3 metros de media". Para ello, y con el fin de "disipar cualquier incertidumbre sobre la capacidad de estos dos nuevos pozos", la primera actuación que se va a desarrollar consistirá en la ejecución de un sondeo de investigación.
Una vez se desarrollen estos trabajos y se compruebe la viabilidad del sondeo, la Confederación pondrá en marcha el proyecto para completar la actuación con la ejecución de un segundo pozo, la red de distribución que permita conducir el agua aforada en estos hasta la red de abastecimiento al núcleo urbano, y la instalación de dos nuevos piezómetros, con la finalidad de tener un mayor conocimiento del posible avance de la interfase agua dulce-agua salada en la zona.
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