El colectivo de Ecologistas en Acción de la provincia de Cádiz celebró su XXII Asamblea General durante estos días. El lugar elegido para dicho acto fue la pedanía vejeriega de El Palmar, concretamente en la sede de la Asociación de Vecinos Santo Domingo de la Calzada.
La asamblea se alargó durante toda la mañana y a su finalización se desarrollaron varios actos reivindicativos contra algunos de los proyectos urbanísticos que se están desarrollando en la zona en contraposición por un modelo turístico sostenible, que es el que se demanda desde Ecologistas en Acción.
Tal y como explican en una nota de prensa, “en estas asambleas anuales revisamos nuestro trabajo en el año transcurrido mediante informes previos de la Coordinación provincial, de los grupos locales, de las áreas de trabajo, así como de las campañas provinciales realizadas. También planificamos las líneas de trabajo para el año 2023, tanto de los grupos como de las áreas mencionadas y revisamos y aprobamos nuestra situación económica presente y futura”.
Otro punto del trabajo del día “es la revisión de cargos de la federación, que este año no han sido relevantes, continuando de Coordinador provincial José Manuel Franco”, de Ecologistas en Acción del grupo local de Sanlúcar de Barrameda.
En la Asamblea también se presentaron y aprobaron diversas resoluciones y se presentaron y aprobaron acuerdos de acciones judiciales.
Este año se han incorporado a la Asamblea provincial dos nuevos grupos que ya son oficialmente de la Federación: Enebro-Ecologistas en Acción (Conil, Vejer y Barbate) y Río Limpio-Ecologistas en Acción de Trebujena.
Al terminar la citada vigésima segunda asamblea anual provincial, “nos desplazamos por la carretera de El Palmar para manifestar nuestro rechazo a dos nuevos proyectos urbanísticos que el Ayuntamiento de Vejer permite y apoya: el primero de estos proyectos fue el Beach Club Valhalla, cuyas obras ya han sido iniciadas, y con las que estamos en desacuerdo al tratarse de una obra permitida en Servidumbre de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT)”.
El segundo de los proyectos, “aún no iniciado, se sitúa en el límite de los términos municipales de Vejer y Conil. En esta zona el contraste es llamativo: en el término de Vejer hay una ausencia total de orden urbanístico y de servicios públicos, mientras que en Conil está el Prado de Castilnovo para el que Ecologistas en Acción pide la declaración a la Junta de Andalucía de Espacio Protegido por su grado de conservación. Pero en esta zona, además, el Ayuntamiento de Vejer pretende una nueva urbanización e instalación hotelera en el espacio de Malcucaña, en una zona inundable y careciendo de la necesaria Evaluación Ambiental”.
Para Ecologistas en Acción, “estos dos proyectos son claros ejemplos de instalaciones que responden a un modelo de turismo depredador con el medio que lo justifica; no se puede permitir un turismo de playa que la altera y no la protege. Es el caso perfecto de insostenibilidad. Por eso nos manifestamos por otro modelo turístico”.
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