Andalucía

La recuperación de las balsas de fosfoyesos se iniciará en un mes

Los proyectos pilotos buscarán restaurar y regenerar el entorno de las marismas de Huelva

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  • El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo (2i), interviene tras la reunión del grupo de expertos. -
El secretario general del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Juan Carlos Martín Fragueiro, anunció ayer que el proyecto piloto para la restauración de los terrenos ocupados por las balsas de fosfoyesos en las Marismas de Mendaña (Huelva), que afectará a unos 1.800 metros cuadrados, comenzará en unas cuatro semanas.

En una rueda de prensa junto al consejero andaluz de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, Martín Fragueiro explicó que el proyecto se realizará 'in situ' y estará listo "antes de principio de verano", cuando será expuesto a la empresa Fertiberia, la cual, como matizó el consejero "está obligada a recuperar el entorno".

El titular de Medio Ambiente señaló que la zona se convertirá en "un gran pulmón verde donde convivirán el medio ambiente, la cultura o el ocio". No obstante, precisó que será la comisión de expertos la que decida sobre su uso final.

En este sentido, Díaz Trillo puntualizó que el trabajo de la comisión de expertos "no concluye hoy" sino que su labor sobre una cuestión "palpitante" para Huelva es "impagable" para "el futuro inmediato" de las rías Tinto y Odiel.

"No va a haber medidas traumáticas para los trabajadores", añadió Díaz Trillo, quien recordó que la convivencia con la industria "ha creado enfrentamientos pero ahora se abre una vía de diálogo y entendimiento entre medio ambiente e industria".

Por su parte, Martín Fragueiro explicó que desde el MARM se ha invertido un millón de euros a través de la empresa Tragsatec para la puesta en marcha del trabajo y estudio para el diagnóstico y recuperación de las balsas.

Hasta la fecha se han realizado estudios previos para recoger la información necesaria para la caracterización; informe sobre seguridad radiológica; estudio hidrogeológico; caracterización físico-química y estudio de variabilidad espacial de elementos contaminantes.

En este sentido, el secretario general del MARM incidió en que tras estos estudios se ha llegado a la conclusión de que "la actividad en las balsas no entraña riesgo para los trabajadores".

Así, el proyecto piloto permitirá realizar unos ensayos en parcelas de campo, de forma que podrán evaluarse de manera "real" los distintos tratamientos y técnicas a utilizar en la descontaminación y regeneración de la zona.

El objetivo final de los trabajos del MARM será la redacción de una propuesta para la recuperación integral del área ocupada por los depósitos de fosfoyesos, al objeto de reconducir el deterioro ambiental y paisajístico de la zona a una situación "sostenible" para que sirva además de base científica para la redacción del proyecto técnico de ejecución.

Que los fosfoyesos no se transfieran al ecosistema

En esta misma línea se pronunció María José Martínez Sánchez, miembro del Grupo de Investigación de Contaminación de Suelos de la Universidad de Murcia, -que junto a la Universidad de Sevilla, Csic y la Onubense forman parte de la comisión de expertos-, la cual hizo hincapié en que el objetivo de la restauración de la zona es que "no haya transferencias de fosfoyesos al ecosistema".

Así, como matizó el portavoz de la comisión de expertos, Juan Luis Ramos, se pretende que "el sellado de las balsas sea seguro para que no llegue a la cadena trófica y el material radioactivo quede apantallado".

Para ello, Martínez Sánchez explicó que el proyecto piloto se desarrollará en dos parcelas de 900 metros cuadrados cada una, de manera, que en una se llevará a cabo un tratamiento y en otra no.

En la parcela, donde no se realicen tratamientos, se llevará a cabo un control mediante motorización de los elementos contaminantes, mientras que en la otra parcela se procederá a la cubrición con capas múltiples para evitar cualquier transferencia de elementos.

De este modo, la investigadora indicó que cuando no haya presencia de agua en las balsas, "la contaminación se reduciría en un 95 por ciento". Además, en la zona de contacto de la balsa con el borde la marisma se instalaría una barrera permeable, la cual también estaría motorizada.

Se trata de una "metodología novedosa" la cual ya ha dado en otras zonas donde se ha aplicado "resultados magníficos", matizó Martínez Sánchez, quien además indicó que estas capas se podrán consolidar "con residuos colindantes", por lo que se trata de un método "factible".

Por otro lado, Martín Fragueiro precisó que esta regeneración "también supondrá la creación de empleo" en la zona, a la par que aclaró que la recuperación de estas 720 hectáreas, ocupadas por los vertidos de fosfoyesos, son de dominio público, por lo que una vez que avance el proyecto "se acordará" con las distintas administraciones su uso.

A la pregunta de para cuándo prevé el MARM que podrá estar la recuperación total de las balsas, Martín Fragueiro matizó que la zona de las balsas de fosfoyesos equivale "a 720 campos de fútbol y necesitará tiempo".

El estado de estos trabajos, el diseño del proyecto piloto así como el informe del comité de expertos para la revegetación de las zonas de fosfoyesos han sido analizados en la undécima reunión del Comité del Plan de Calidad Ambiental de Huelva y su Entorno que ha sido presidida por el Secretario General del Mar y el Consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Inversiones de la Junta

Por otro lado, el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, aseguró que se aprovechará el proyecto de restauración de las balsas para recuperar esta zona para Huelva y crear un espacio con nuevos usos que "proporcione beneficios ambientales, sociales y económicos a la ciudadanía".

Como matizó Trillo, el propósito es "revertir la situación ambiental deficitaria de este enclave", actuando como sumidero de CO2 y como fuente generadora de oxígeno, lo que redundará "en la mejora de la calidad ambiental del entorno".

Sobre el proyecto de restauración, Díaz Trillo dijo que "no se trata de un proyecto aislado", ya que forma parte de un conjunto de actuaciones promovidas por el Gobierno andaluz desde 2002 a través del Plan de Calidad Ambiental de Huelva y su entorno, que ha supuesto hasta la fecha una inversión autonómica de 19 millones de euros.

A este "esfuerzo" se suma el compromiso del propio sector industrial, que ha destinado en este tiempo más de 350 millones de euros para la mejora ambiental de sus sistemas productivos.

Este plan, en el que participan gran parte de las Consejerías del Ejecutivo andaluz, tendrá su continuidad hasta el año 2015 con una inversión prevista de 139 millones de euros, lo que generará cerca de 1.400 puestos de trabajo asociados a estos proyectos que incidirán en la mejora de la calidad de las aguas, el aire y el suelo, entre otras finalidades.

Por último, el titular de Medio Ambiente adelantó que la Junta dará también una respuesta al problema sociolaboral derivado del cese de la actividad de la empresa, evitando un cierre traumático y abogando por una clausura ordenada, gradual y concertada con los trabajadores.

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