El vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, explicó a Europa Press que el comité de huelga "ha llevado a cabo un clarísimo incumplimiento de su compromiso de mantener los servicios mínimos", ya que al principio de la jornada laboral, en torno a las 5,30 horas, los trabajadores se situaron en las puertas de la sede sin dejar salir a los autobuses.
Según Gutiérrez, ello motivó que, frente a lo inicialmente contemplado, la empresa se viera obligada a avisar a la Policía, que sin mayores incidentes procedió a disuadir a los empleados para que éstos abrieran paso y los vehículos pudieran salir, "aunque su incorporación se llevó a cabo una hora más tarde de lo normal".
Sin embargo, "lo desagradable se produjo en torno a las 10,00 horas, cuando se empezaron a romper cristales de las líneas 28 y 29", señaló el vicepresidente de Tussam, que recordó que estas líneas no hacen huelga al no estar bajo la explotación directa del órgano municipal e indicó que los actos, de los cuales se ha dado aviso a la Policía, se llevaron a cabo en Torreblanca, el Parque Alcosa y las puertas de la empresa, "donde aún siguen los piquetes supuestamente informativos".
Por lo demás, tras la reposición de las lunas de estos autobuses --que ya vuelven a estar en servicio--, la huelga se ha iniciado con "la normalidad que cabe esperarse en estas circunstancias", con todos los servicios mínimos previstos --50 por ciento para las líneas que prestan servicio a la Feria y 25 por ciento para las demás-- en funcionamiento.
Así, Gutiérrez expuso que, en lo referente a conductores, "no ha habido ningún voluntario", por lo que se siguen escrupulosamente los servicios mínimos, si bien los empleados del Metrocentro han decidido no hacer paro, medida que también han secundado muchos trabajadores de administración y talleres.
EL CONFLICTO
En el último encuentro celebrado entre la directiva y los sindicatos con representación en esta sociedad municipal --CCOO, CGT, la Asociación Sindical de Conductores (ASC) y SITT--, la dirección de Tussam resolvió retirar el documento inicial del plan de viabilidad acordado por el consejo de administración el pasado mes de septiembre al objeto de reflotar la compañía, que cerró 2009 con pérdidas por valor de 52,2 millones de euros y arrastra pasivos de más de 136 millones de euros.
Los términos del plan de viabilidad, de hecho, comprendían la reducción del coste salarial que afronta la empresa, la congelación del volumen de la plantilla y la externalización de las líneas más ruinosas.
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