Jerez

Las "piedras de la memoria" lucen en las calles de las víctimas jerezanas del holocausto

Los cinco jerezanos que perdieron la vida en campos de concentración nazis ven inmortalizadas sus historias con la colocaciñon de las Stolpersteine

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Bartolomé Benítez durante su intervención en la calle Zarza

Homenaje a los jerezanos que padecieron el horror nazi

La iniciativa Stolpersteine Jerez ha culminado, tras un proceso de años, su esfuerzo por recuperar la memoria de los cinco jerezanos que murieron en los campos de concentración de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

En concreto, se han colocado cinco de estas "piedras de la memoria" en los lugares donde residieron estas víctimas, todas en puntos céntricos de Jerez, como el barrio de San Miguel, la calle Molineros y la Plaza del Arenal, dando pie a una "ruta de la memoria" por la ciudad.

"Esto nos aporta un bagaje democrático y nos muestra que aquella barbarie que parece que era lejana no lo era tanto y a nosotros también nos afectó", ha manifestado Bartolomé Benítez, representante de Stolpersteine Jerez y profesor del instituto de secundaria Álvar Núñez.

Desde este viernes, y coincidiendo con el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el Ayuntamiento, a iniciativa de Stolpersteine Jerez, ha colocado estas "piedras de la memoria" de los jerezanos Manuel Carrasco Cortijo, Salvador Linares Barrera y Rafael Domínguez Redondo, asesinados en Gusen, un subcampo de Mathausen entre 1941 y 1942, y de Diego Pérez Núñez, asesinado en 1941 también en Mathausen, y Antonio de la Rosa Tozo, asesinado Dachau en 1944.

Como profesor de instituto, Benítez ha reseñado la importancia que tienen estos adoquines y "la ruta de la memoria" que van a generar, ya que podrá servir para que los centros educativos organicen actividades con sus estudiantes y se les hable de estas cinco víctimas, su historia y la de los campos de concentración. "Queremos dejarlo como parte de la memoria democrática de la ciudad", ha apostillado.

Benítez ha animado a otros municipios de la provincia de Cádiz que cuentan con fallecidos en estos campos de concentración, como Sanlúcar, Trebujena, El Puerto o Cádiz, a que inicien su propio camino para la recuperación de su memoria histórica. "Espero que esto sea una invitación a que otras ciudades lo hagan y podamos crear una red en la provincia de homenaje y reivindicación de la memoria de nuestros deportados", ha expresado.

Las piedras de Stolpersteine, son pequeños bloques de cemento cuyas caras están cubierta por una fina lámina de latón, que se tallan en homenaje a cualquier víctima --mortal o no-- del nazismo entre los años 1933 y 1945, incluidos los deportados españoles. Grabado a mano con cincel, en la cara visible de este adoquín cúbico aparecen los datos de la víctima, como son el nombre, la fecha de nacimiento, los datos de la deportación y la fecha de fallecimiento o liberación.

Según ha explicado Benítez, Stolpersteine es una fundación creada por el artista alemán Gunter Demnig, que inició este proyecto en 1995 desde Colonia (Alemania) y que ya han puesto "79.000 adoquines en más de 2.000 ciudades de 26 países", convirtiéndose en "el memorial descentralizado más grande del mundo".

Para él, esta "travesía", que empezó hace más de tres años con la investigación y confirmación de los cinco jerezanos fallecidos en campos de concentración nazis y la posterior campaña de crowdfunding para costear las piedras de Stolpersteine, y que finaliza ahora con la colocación de estos memoriales, no hace más que "fortalecer el músculo democrático" de la ciudad de Jerez.

 

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