El Gobierno de Perú anunció este jueves que las fuerzas de seguridad despejarán las carreteras que han sido bloqueadas por manifestantes en todo el país, mientras las protestas antigubernamentales incluyeron una nueva marcha que derivó en enfrentamientos en el casco histórico de Lima.
Miles de manifestantes de diversas regiones del país recorrieron las calles de la capital, tras llegar muchos de ellos por la carretera Panamericana Norte, para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, adelanto de elecciones y una asamblea constituyente.
La marcha empezó de forma pacífica, pero luego registró enfrentamientos en diferentes calles y plazas, donde la Policía lanzó bombas lacrimógenas contra manifestantes, que arrojaron piedras y otros objetos contundentes.
El Gobierno advirtió, por otra parte, que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas comenzarán a desbloquear en las próximas horas las carreteras tomadas por manifestantes en diferentes regiones.
"Hacemos un llamado a quienes persisten en estas medidas ilegales a desistir de ello, permitir el desbloqueo pacífico de las vías y evitar enfrentamientos con las fuerzas del orden que actuarán en defensa de la legalidad", remarcó un comunicado oficial.
La Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancíías (Sutran) registró en su último reporte de este jueves 88 puntos con tránsito vehicular interrumpido en ocho regiones, lo que incluye 16 vías nacionales afectadas.
Poco antes de este comunicado, se conoció que refuerzos de las Fuerzas Armadas llegaron al sureño departamento de Puno, fronterizo con Bolivia y epicentro de las protestas, para abrir el paso de las carreteras y acabar con los bloqueos en esa región.
El jefe del Comando Conjunto, general Manuel Góómez de la Torre, explicó a medios locales que las tropas movilizadas tienen como objetivo "facilitar el libre tránsito", aunque aclaró que no miden en tiempo la operación para "cumplir con la tarea".
Hasta la fecha, según datos de la Defensoría del Pueblo, 46 personas que participaban en las protestas fallecieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, mientras que un policía murió tras ser quemado vivo por manifestantes.
A estas víctimas, se suman diez decesos en sucesos relacionados con los bloqueos de carreteras y una muerta ocurrida en la norteña región de La Libertad, confirmada por la Policía.
Asimismo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reportó la muerte de cuatro haitianos que no pudieron recibir asistencia médica por los bloqueos de carreteras, además de un bebé nonato confirmado por Unicef.
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