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'Lobo feroz': cuando el malo del cuento está a tu lado... o dentro de ti

Javier Gutiérrez, Adriana Ugarte, Rubén Ochandiano y Antonio Dechent protagonizan este thriller rodado en Cádiz el año pasado

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"Lobo feroz", un asfixiante thriller que roza el cine de terror, consigue darle la vuelta al cuento de Caperucita llenando de dudas al espectador. Aquí, explica el director de la película, Gustavo Hernández, "cada personaje atraviesa un vacío, y en este juego -afirma- todos pueden ser el lobo feroz".

Con guion del propio director, junto a Juma Fodde y Conchi del Río, la película es una revisión del film israelí 'Big Bad Wolves' (Aharon Keshales y Navot Papushado, 2013), famosa porque Quentin Tarantino dijo que le había gustado mucho.

"Me entusiasmé porque vi la posibilidad de darle mi estilo y por abordar el tema de la venganza de manera tan directa, era un desafío", explica Hernández.

Porque "Lobo feroz" habla de venganza, pero también de obsesiones, de dolor, de injusticias, de maldad y de amor filial.

Un policía capaz de competir en crueldad con los delincuentes a los que persigue (Javier Gutiérrez) está convencido de que un profesor de música (Rubén Ochandiano) es el asesino en serie de un montón de niñas a las que tortura y mutila después de abusar de ellas. La madre de su última víctima (Adriana Ugarte), que vive al filo de la ley junto a su padre (Antonio Dechent), decide castigarle.

Para el director, la original "era una película muy masculina y yo quería que fuera más coral, más diversa", y para ello revirtió el género de algunos protagonistas. Sí mantuvo el humor negro, porque "la historia es bastante cruda y la tensión es constante" y esas "perlitas" sirven de escape "para aflojar un poco al espectador".

Y le quedó "una película llena de grises donde cada uno de sus personajes atraviesa un vacío y en este juego -afirma- todos pueden ser el lobo feroz. Lo que pensamos que puede ser, a veces no lo es. Lo interesante es que el espectador dude sobre quién es el verdadero lobo feroz".

Hernández habla por teléfono, ya que no pudo desplazarse a Madrid, donde sí estuvieron sus actores, al estar en pleno rodaje de una serie para Disney que le tiene "con un pie en Uruguay y otro en Argentina".

Ugarte dice que no sabe si Matilde, que "está pasada de vueltas y no tiene nada que perder", es su papel "más difícil", pero sí es el que más le ha costado construir físicamente y el que tenía más "retorcimiento emocional".

"Me ha pasado algo que no esperaba y es que, al construirle el cuerpo -dice que antes de cada toma, se convertía en un 'pequeño zombie' haciendo ejercicios de piernas, manos, ojos y repasando los tics para ser Matilde-, tenía un asidero muy grande. Estaba tan definido que me ayudaba mucho a concentrarme".

Ugarte desvela que Elvira Mínguez, quien le ayudó a crear a Matilde, le dijo que tenía "una oportunidad para darle una vuelta al personaje y salirse del concepto de chica rebelde, pero bella, e ir a una cosa completamente distinta que no tuviera ni género: un animal a la deriva", explica.

Dechent considera que la palabra que mejor define la película es "herida". "No sólo vemos físicamente muchas heridas, algunas bastante sangrantes, sino que todos los personajes tienen sus heridas existenciales y cicatrices que están abiertas, y siguen supurando".

"Hay una tendencia muy grande -dice la actriz madrileña- a encontrar enseguida al lobo de fuera, porque no quieres ver al tuyo". "Y luego están las circunstancias -agrega a su lado Dechent-. Yo me considero víctima y prefiero salir 'por patas' de una pelea que atacar a alguien. Pero, ¿y si las circunstancias te obligan a ser lobo?", se pregunta el sevillano.

También para Ochandiano, "el lobo, el psicópata, puede estar donde menos te lo esperas. Las cosas no son lo que parecen", apunta el actor madrileño, mientras Gutiérrez va más allá:

"Lo estamos viendo en esta sociedad en la que desayunamos todos los días con casos tremendos de violencia, también con niños, y muchas veces no sabes de dónde viene ese mal, si está en nosotros mismos, en la sociedad -se pregunta-, y si todos seríamos capaces de ejercer cierta violencia en determinados momentos".

Distribuida por Filmax, buena parte de la cinta se rodó en Cádiz el año pasado y se estrena en salas este viernes 27 y después se verá en Netflix.

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