La intención del cuerpo policial era localizar a estos profesionales para tomarles declaración para definir las circunstancias del suceso, después de que recientemente otro taxista, que interceptó al supuesto autor de los hechos a la altura del Teatro de la Maestranza, prestara declaración por estos hechos. Según la versión que algunos testigos presenciales del caso ofrecieron recientemente, este taxista, un relevo nocturno que conducía un Citroën Xsara Picasso, se encontraba por la zona cuando se produjo el suceso.
Para localizar a los taxistas, la Policía contactó con las emisoras del taxi de la ciudad dentro de unas diligencias en las que han declarado no más de diez testigos, mientras que responsables del sector mayoritario asociado colaboraron en la búsqueda mediante anuncios y preguntas a taxistas.
Como consecuencia del atropello fallecieron las dos mujeres a las 00,45 horas del pasado domingo, a la altura de la Torre del Oro de Sevilla, por un conductor en estado ebrio que dio positivo en la prueba de alcoholemia. A consecuencia del suceso, además de las dos jóvenes fallecidas en el acto, otras dos personas tuvieron que ser atendidas por efectivos sanitarios del 061, ambos por crisis de ansiedad. Posteriormente, la Policía encontró restos de sustancias estupefacientes, que están siendo analizadas, en las inmediaciones del vehículo siniestrado.
EL CONDUCTOR, EN PRISIÓN PROVISIONAL
Un testigo presencial de los hechos, Fermín Gómez, un camarero que se encontraba trabajando en las inmediaciones del accidente, en concreto en el café bar Veracruz, explicó que se percató de unos gritos que procedían de la calle. "Escuché unos gritos y me asomé a la puerta del bar y, de repente, vi dos cuerpos en el suelo y una chica muy alterada. Ha sido un accidente terrible", argumentó Fermín Gómez.
Según las primeras valoraciones de la Policía, el conductor debía circular a una gran velocidad, dada la gravedad del impacto con el vehículo, un Renault Clio de color verde. Al parecer, los cuerpos impactaron con violencia y fueron desplazados casi 40 metros, donde quedaron tirados en medio del Paseo de Colón.
El conductor, F.V.C., ha ingresado en prisión provisional, imputándosele dos presuntos delitos de homicidio por imprudencia, así como un supuesto delito contra la seguridad del tráfico con resultado de muerte. Por ello podría ser castigado penalmente con hasta ocho años de prisión, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
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