Los hechos no hacen más que reforzar, una vez tras otra, lo que ya todos sospechábamos sobre el partido de ultraderecha desde su llegada. Su concepción de la ley, de las instituciones y de la sociedad se basa, principalmente, en el recorte de derechos. El de los demás, el de todo aquel ciudadano que no encaja en un molde construido a medida de su miopía, su conservadurismo y su vuelta a una concepción de cómo deberían ser las cosas basada en un siglo atrás, cuando menos. Porque lo de recortar sus sueldos queda para otro día.
Todo su programa político, si es que existe fuera de los memes, tiene como piedra angular prohibir, negar, privar y vedar derechos ya adquiridos y consensuados por la práctica totalidad de la sociedad. Rompieron el consenso sobre la violencia machista, sobre los derechos LGTBI; ahora, su presa es el derecho de la mujer a decidir si quiere ser madre o cuándo serlo.
En vista de que la vía de coaccionar a las embarazadas a las puertas de las clínicas abortivas ya ha llegado a su punto muerto al considerarse delito, en Castilla y León, su vicepresidente ha tenido la brillante idea de obligar a las mujeres que quieran abortar a escuchar el latido del feto y a verlo en una ecografía 4D.
Es curiosa la concepción de la vida para la ultraderecha. Antes de nacer, es prácticamente intocable. Pero justo desde el momento en que nace y rompe a llorar, pasa a ser algo prescindible, pierde prácticamente valor y se convierte en susceptible de ser atacado por su estrechez de miras. Si el color de su piel es distinto al nuestro se transmutan en delincuentes en potencia, en futuros ladrones de puestos de trabajo, en rémoras para nuestra economía.
Más curioso aún es el hecho de que en esa comunidad, uno de cada tres menores se encuentre al borde de la exclusión social. Pero claro, esos ya han nacido. Si en serio quieren proteger a la infancia, ¿por qué se oponen a las subidas de salarios o al control de las subidas de alquileres? ¿Por qué no apoyan medidas de conciliación de la vida laboral y familiar? ¿Por qué todas sus medidas van en pos de recortar el derecho de las mujeres y convertirlas en objetos que no pueden decidir por sí mismos lo que quieren para sí?
Gilead, calienta que sales.
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