Jaén

Una victoria que permite soñar

El Jaén Rugby venció a la AD Arquitectura y tiene opciones de estar en la segunda parte del campeonato en el Grupo Élite

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  • Los jugadores jiennenses celebran unas de las jugadas. -

Sólo queda una de las once jornadas de las que consta la primera fase de la Liga. Y hay que ganarla sumando el bonus ofensivo. Pero la victoria de este pasado domingo ha dejado la puerta abierta para disputar la segunda parte del campeonato en el Grupo Élite. El resultado Jaén Rugby 36 – AD Arquitectura 13 es una victoria construida sobre unos cimientos sólidos de esfuerzo, sacrificio y confianza en el grupo humano. Y eso genera más ilusión si cabe.

El equipo jiennense saltó al césped de Las Lagunillas con la ide aclara de que, además de dominar al rival, tenía que luchar contra la lluvia y el viento. Encerró al equipo madrileño en su veintidós y a punto estuvo Jaén Rugby de sumar su primer ensayo a los tres minutos. La melé jiennense arrolló a la de AD Arquitectura en esa jugada, pero Santi Mesropian no tuvo opción de recuperar el balón tras una patada que él mismo bloqueo. El viento desvió con descaro minutos después un golpe de castigo pateado por Tato Camacho. Y de nuevo una racha arrancó el balón de las manos de un jugador local cuando estaba a punto de ensayar.

Jaén Rugby dominaba todas las facetas del juego, pero su rival –con las fuerzas intactas y el viento a favor- frenaba sus penetraciones. Eso sí, el juego se desarrollaba en campo visitante. El primer ensayo local llegó en el minuto 15, los jiennenses ganaron por empuje una melé con introducción de los “arquitectos” a cinco metros de la línea de ensayo. Ni que decir tiene que lo anotó el ocho de Jaén, Peni Tuitupou. Apenas siete minutos después, se lograría el segundo. Fruto también de la presión en la melé y en la cortina defensiva, AD Arquitectura perdería un balón que llegó rodando a las manos del zaguero verdeoliva Franco Scaldaferri. Con él bajo el brazo recorrió tres cuartos de campo para posarlo sobre el banderín. Una patada imposible para Camacho, que había visto cómo el aire desbarataba también la transformación anterior.


 AD Arquitectura no había venido a Jaén de visita, sino a disputar un partido. Y lo hizo. Su reacción tras el segundo ensayo obligó a los jiennenses a asumir más riesgos en la salida del balón desde su veintidós. Y es que el viento racheado no era propicio para las patadas. Uno de esos lances defensivos propició el único ensayo visitante, obra de su tercera línea Rodrigo del Campo. El zaguero Taylor Eder sumó dos puntos más con la transformación.

Al filo del descanso, el XV jiennense ampliaría su ventaja con un ensayo de nuevo obtenido desde la melé. Esta vez Tuitupuo sacó el balón de la melé  sorprendiendo a sus rivales y jugándolo con Facu Real. El mediomelé volvió a engañar a la defensa contraria saltándose al apertura y haciendo llegar el balón al primer centro. Carlos Castro rasgó la cortina con un contrapié y en una veloz carrera llegó hasta la línea de marca donde descargó el oval para que Luis Alberto Enrique sumara su octavo ensayo de la temporada. Cuando el árbitro, Eduard Martín, mandó a los equipos al vestuario el marcador reflajaba un esperanzador 17-7, gracias a la transformación de Tato Camacho.

El juego “sopló” a favor del viento

En la segunda parte, con el marcador y el viento a favor, Jaén Rugby fue a por el punto bonus que necesitaba para mantener intactas sus aspiraciones de quedar entre los tres primeros del Grupo C. Lo hizo encadenando fases, manteniendo el balón y jugando en campo rival. Sin embargo, los primeros en anotar fueron los madrileños que sumaron tres puntos con un golpe de castigo cobrado tras una brillante jugada que les llevó de lado a lado del campo.

El juego seguía teniendo un color, el verdeoliva de Jaén Rugby. El equipo volvió a la carga, con confianza en el estilo que les ha llevado hasta la tercera plaza. Sin perder la compostura, a pesar de que los intentos por anotar más ensayos no daban sus frutos. Una vez, otra, castigando a la delantera madrileña con la melé.  Así hasta lograrlo. Lo hizo Aron Doyle casi bajo palos. Volvió a recortar distancias con un golpe un AD Arquitectura muy eficiente en sus contadas entradas en la veintidós jiennense.

Con la hora de juego superada, los jiennenses desataron su propio vendaval gracias a un rapidísmo juego a la mano de sus tres cuartos y el dominio de su delantera en las melés. Esa contundencia y el paso de los minutos hicieron mella en en el XV de Arquitectura que incurría una y otra vez en golpes de castigo. El colegiado sancionó esas indisciplinas con dos amarillas. Ya con dos jugadores  visitantes menos, Jaén Rugby sumó los ensayos necesarios para sumar cinco puntos con esta victoria: el quinto de Carlos Castro –vaya off load de Mesropian- y el sexto, de Fernando Gabba, con el que se alcanzaba el marcador definitivo.

Al término del encuentro, Ulises Raya recibió el trofeo como mejor jugador del partido. Se lo entregó José Arias, director de la Autoescuela Maestra, uno de nuestros patrocinadores. Domingo desapacible, con lluvia y viento, pero en el que los seguidores de Jaén Rugby vieron el arcoiris sobre Las Lagunillas. Y no es una metáfora. Casi un centenar de aficionados vieron bajo sus siete colores cómo el equipo abría la puerta de los sueños en el primer partido del año. Queda una jornada, contra CAR Cáceres, para cruzarla.

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