Los hechos, por los que ahora se condena al SAS al pago de 20.000 euros más intereses, se remontan a mayo de 2005, cuando la joven Ana M.L. acudió al citado hospital gaditano refiriendo que en una autoexploración "se había notado un bultito en el pecho, siendo diagnosticada de carcinoma ductal infiltrante y donde le fue practicada una mastectomía radical y tratamiento quimioterápico y hormonal en seis sesiones".
Al cabo de seis meses, la paciente obtuvo la cita para la primera revisión, en la que le volvieron a hacer mamografía, radiografías y ecografías de tórax y analíticas. Con todo, tras regresar a su domicilio el hospital volvió a citarla, "argumentando que tenía que repetirse las mamografías, por lo que se quedó sumamente preocupada", prosigue el Defensor.
Pese a ello, esta asociación reprochó que cuando llegó la cita con el oncólogo "no se le hizo la mamografía" y en su lugar "se le comunicó que todo estaba en orden".
"Cuando le preguntó por qué no le habían hecho la mamografía, le dijo que el radiólogo había visto una mancha en el pulmón derecho, pero que como era muy pequeña no había que darle ninguna importancia, más aun, teniendo en cuenta que ella era asmática y era común que apareciesen ese tipo de manchas", continuó el Defensor del Paciente, quien dijo que el médico atribuyó la petición de una nueva prueba del radiólogo a un "exceso de celo".
Para el defensor, en este punto "se perdió una magnífica oportunidad para haber diagnosticado a tiempo la recidiva metastásica (reproducción del cáncer)". Finalmente, la paciente fue diagnosticada de recidiva del cáncer de mama en metástasis pulmonar, "lo que le condujo al fallecimiento".
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es