Una banda asentada en la costa de Málaga, cuyos miembros perpetraban presuntamente los denominados "vuelcos", robos violentos de droga a otros narcotraficantes, ha sido desarticulada en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Los integrantes de la red, muy violentos, utilizaban armas de guerra y simulaban en los asaltos ser agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con medios en apariencia policiales, ha informado este lunes la Policía en un comunicado.
Durante la operación han sido detenidas nueve personas en las localidades malagueñas de Estepona y Marbella y otra en el municipio gaditano de Ubrique, y el juez ha dictado el ingreso en prisión provisional para seis de los investigados.
Los agentes practicaron registros en dos viviendas utilizadas como "guarderías" de la droga en Estepona, así como en un inmueble de Mijas donde el líder de la trama había fijado su residencia temporalmente.
En los registros se intervinieron, entre otros efectos, 70 kilogramos de hachís, cinco vehículos -dos de ellos robados-, matrículas sustraídas, un subfusil de guerra, varias pistolas, abundante munición y documentos de identidad falsos.
También fueron intervenidos numerosos objetos para consumar los "vuelcos" como uniformes, placas emblemas, balizas, dispositivos lanza-destellos y otros útiles.
La operación se inició en junio de 2021 a partir de unas informaciones que apuntaban cómo una banda, asentada mayoritariamente en la costa occidental de la provincia de Málaga y con ramificaciones en Cádiz, perpetraba "vuelcos" a otros narcotraficantes.
Las pesquisas permitieron centrar en un domicilio de Estepona al cabecilla, procedente de un país de Europa del este, que iba siempre armado y era muy escurridizo.
Utilizaba varias identidades, para lo que contaba con documentos de identidad falsos de distintas nacionalidades, y cambiaba de manera frecuente de domicilio y de aspecto físico, ya que se cortaba el pelo, se lo teñía o se dejaba barba o perilla.
Los investigadores identificaron a otros integrantes de la organización con funciones claramente diferenciadas entre ellos, como guardadores, transportistas o en labores de vigilancia.
Finalmente, ocho hombres y dos mujeres fueron arrestados por su presunta responsabilidad en delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, falsedad documental, robo de vehículo a motor y tenencia ilícita de armas.
Entre los arrestados se encontraba el líder de la trama, que en el momento de la detención portaba una pistola preparada para abrir fuego, y al que le constaban varias requisitorias judiciales.
Una de las requisitorias era de un juzgado de Marbella, en relación con un delito de tenencia ilícita de armas; otra, de la Audiencia Provincial de Granada, por tráfico de drogas, y la tercera, dictada por las autoridades de Albania, por un delito contra las personas.
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