La carta fue hallada ayer por los empleados del centro mecanizado de distribución de la Posta Italiana, de Linate, que avisaron a la policía.
En la misiva, dirigida a Villa San Martino, en Arcore (Milán), la residencia de Berlusconi, estaba escrito: “Tendrás el final de un ratón” y bajo esa frase aparece el nombre de Berlusconi.
En la carta se amenaza también a su portavoz, Paolo Bonaiuti; y a los dirigentes del Pueblo de la Libertad (PDL, su partido), Ignazio La Russa (ministro de Defensa) y Maurizio Gasparri (jefe de los senadores conservadores) y Fabrizzio Cicchito (jefe de los diputados del PDL).
La existencia de esa misiva se conocidó ayer, cuando un empleado de correos de otra oficina de Milán resultó herido al explotarle una carta-bomba dirigida a la Liga Norte.
D.P., de 57 años, fue alcanzado por la llamarada causada por la explosión, cuando observaba la carta –según contó– al notar “algo raro” en ella.
El hombre ha sido trasladado a un centro sanitario de Milán, donde fue atendido de quemaduras de caracter leve en la cara y en las manos.
Este hecho ocurrió en la oficina de la Posta Italiana de la milanesa plaza Lugano a las 5.40 horas local (4.40 GMT) y la carta, según fuentes policiales, iba dirigida a la sede central de la Liga Norte, en Via Bellerio.
En ella iba una frase contra el ministro de Interior y dirigente de la Liga, Roberto Maroni, “cómplice” de “los estupros en los Centro de Identificación y Expulsión de Inmigrantes (CIE)”.
El envío de la carta bomba ha sido reivindicado por la Federación Anárquica Internacional (FAI), el mismo grupo que se atribuyó la colocación, el pasado 16 de diciembre, de un paquete bomba en la Universidad Bocconi, de Milán, que estalló sin causar heridos.
En es ocasión, la FAI amenazó con que si no se cierran los CIE “comenzaría a correr la sangre de los empresarios”.
La policía antiterrorista investiga estos hechos que se producen en la víspera de las elecciones regionales parciales que se celebrarán en Italia.
En otro orden de cosas, Silvio Berlusconi, se enfrenta a un test de revalidación política en las elecciones regionales que se celebran mañana y el lunes, donde medirá sus fuerzas con el opositor de centro izquierda Partido Demócrata (PD) de Pierluigi Bersani.
Alrededor de 44 millones de italianos deben renovar trece gobiernos regionales de un total de veinte, once provinciales y unos mil municipios, en unos comicios en los que planea el fantasma de la abstención cuando el país está caracterizado por la alta participación electoral, un 67% en las europeas de junio de 2009.
Por ello, Berlusconi ha invitado estos últimos días “a ir en masa a las urnas y alejarse del espectro de la abstención. Que no se pierda ningún voto porque cada voto es uno voto a la izquierda”.
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