El subdelegado del Gobierno, José Pacheco, aborda los últimos datos sobre criminalidad y algunas otras cuestiones de la actualidad provincial.
Esta semana hemos conocido los datos de criminalidad del tercer trimestre, que presentan un crecimiento interanual de casi el 24%. ¿Significa eso que hay más inseguridad en la provincia?
–Es cierto que hay un repunte si se establece una comparación con 2021, pero hay que tener en cuenta que las comparaciones con 2020 y 2021 pueden estar distorsionadas porque fueron años de pandemia, la gente estaba en casa y los índices de criminalidad bajaron. Habría que hacer comparaciones con 2019 y 2018, y aunque es cierto que hay aumento en algunos delitos en términos generales los datos actuales se asemejan bastante a los de prepandemia. Hay que trasladar un mensaje de tranquilidad, porque la provincia es segura a pesar de este incremento, que ya digo se puede deber al efecto distorsionador de la pandemia.
¿Hay algún dato que preocupe especialmente?
–El delito de odio, que empieza a preocupar en el Ministerio del Interior y que tiene mucho que ver con la influencia de las redes sociales. La gente se permite decir muchas cosas a través del anonimato y ofender a muchas personas por ser diferentes en algo, por religión, ideología, orientación sexual... El propio Ministerio ha creado un plan especial a tres años que está empezando a incidir en la sensibilización.
El Campo de Gibraltar es un punto caliente en lo que a tráfico de drogas se refiere, aunque es cierto que en estos últimos datos se ha apreciado un descenso de estos delitos. Los sindicatos policiales dicen que faltan agentes y que se está por debajo del catálogo, también piden complementos salariales por la complejidad del territorio, y en este caso llama la atención la reducción del grupo OCON-Sur contra el narcotráfico. ¿Por qué no se atienden estas reivindicaciones?
–Desde que llegamos en 2018 se han atendido muchas de esas demandas, algunas históricas como la equiparación salarial. También se ha atendido la reivindicación del Plan Especial de Seguridad. El Campo de Gibraltar era una zona donde se había perdido el principio de autoridad para luchar contra las mafias del narcotráfico. Eso se ha restituido gracias a un plan especial que empezó en esta comarca y que se ha expandido a otras zonas gracias a sus buenos resultados. Una de las cosas que traía ese plan especial era la mejora de los equipamientos técnicos de los policías, la mejora también de la investigación y del tema de los catálogos. A día de hoy en la provincia el catálogo está cubierto entre el 95 y 100 por cien. Eso no significa que no haya que revisarlo, pero hay que mirar con perspectiva y ver todo lo que se ha hecho en estos años. Este Gobierno es el que más ha hecho por los cuerpos de seguridad del Estado y por la lucha contra narcotráfico en el Campo de Gibraltar y así creo que lo percibe la gente.
Los sindicatos no entienden que Jerez tenga casi la mitad de agentes de la Policía Nacional que El Puerto de Santa María asumiendo hasta un tercio de los delitos de toda la provincia...
–El catálogo está completo en Jerez y en la provincia hemos sacado convocatorias para cubrir hasta 500 plazas más que estaban vacantes. Estamos hablando de que cuando llegamos al Gobierno había 13.000 plazas menos y hemos sacado 18.000 y en el caso de la provincia se han cubierto 500 plazas más que no estaban, y eso ha permitido completar los catálogos. Luego, cuando es necesario cubrir situaciones especiales, como la Navidad o el circuito vienen unidades de otras localidades e incluso Sevilla y Málaga. Es verdad que la plantilla está ajustada a la población, pero cuando hay necesidades especiales se cubren.
¿Cómo acaba 2022 en lo que a inmigración irregular se refiere? ¿Hay datos que puedan avalar una mejora de estas estadísticas por el impulso a las relaciones con Marruecos?
–Cuando llegamos en 2018 la provincia estaba sufriendo una llegada masiva de inmigrantes irregulares, hasta el punto de que ese año fueron 20.000 los inmigrantes que cruzaron por el mar. En 2022 son aproximadamente 1.400 y eso es gracias a las buenas políticas migratorias, que no sólo se tienen que centrar en el control de las fronteras, sino también en la cooperación internacional. Tenemos que trabajar con los países de origen para que estas personas no deseen venir aquí.
¿Será 2023 el año de la Comisaría provincial?
–No no, ahora las prioridades son las comisarías de El Puerto y La Línea. Son grandes infraestructuras que necesitan de mucho trámite administrativo y son prioritarias. Una vez que se hagan estaremos en disposición de impulsar esa nueva Comisaría provincial, pero a medio plazo. Hay que darse cuenta de que para reformar la Comisaría de Cádiz se han necesitado entre cinco y seis años y eso que hablamos de una reforma y de que nos encontramos con la mayor parte ya construida.
Como máximo representante del Gobierno en la provincia me gustaría conocer su opinión sobre todo lo que está ocurriendo en la política nacional. ¿Cómo ve el patio?
–Me siento muy orgulloso de lo que el Gobierno de España está haciendo porque creo que está dando pasos muy acertados para mejorar la cohesion política y territorial de España. En la época de Rajoy se endureció el Código Penal para intentar disuadir a Cataluña de que no hiciera lo que hizo al final, con esa declaración unilateral de independencia. Con lo cual, endurecer el Código Penal no sirvió para nada. Lo que sirve es la política de altura, que es lo que está haciendo el presidente Sánchez, lo que sirve es el diálogo y el acercamiento. Con respecto al tema del Tribunal Constitucional, estoy bastante triste y preocupado porque creo que la democracia española ha sufrido un grave revés en estos últimos días. Como dijo el presidente Sánchez, acataremos, pero evidentemente el poder legislativo tiene que seguir haciendo su camino para que se culmine la modificación del Poder Judicial y del Constitucional, porque es un mandato constitucional y tiene que hacerse. No podemos permitir es que el PP siga secuestrando esas dos instituciones. El poder legislativo tendrá que seguir haciendo su trabajo. Afortunadamente la democracia española está muy consolidada y va a salir adelante y reforzada, pero ha sufrido un gran revés.
¿Entiende a compañeros como Page o Lambán o a María Jesús Montero, cuando dice que actúan desde la deslealtad?
–Me parece demasiado arriesgado meterme en lo que hagan otros compañeros de otras comunidades autónomas. Sería muy atrevido. Siempre voy a estar con lo que opine el Ejecutivo y con la opinión oficial.
Hay cierta inquietud entre los alcaldes del PSOE porque creen que esa tormenta nacional les puede afectar. ¿El Gobierno central suma o resta?
–Creo que el Gobierno suma, de todas todas, porque el presidente Sánchez lleva cuatro años gestionando una pandemia pensando en la ciudadanía y gestionando una guerra con todo lo que ha supuesto, pensando en la gente.
En su momento se habló de la posibilidad de que fuera candidato a la Alcaldía de Cádiz, pero al final no dio el paso. ¿Por qué?
–Había muchos factores a tener en cuenta, personales e internos de partido. Una vez que se habló en el seno del partido y se barajaron posibilidades, se llegó a la conclusión de que el candidato es mucho mejor que yo, porque conoce Cadiz en profundidad y tiene una gran capacidad de gestión.
¿Cómo acaba el año la provincia y qué cabe esperar de 2023?
–Ha sido caracterizado por la vuelta a la ‘hiper normalidad’, porque todo el mundo ha querido hacer lo que no pudo hacer durante la pandemia. También se ha caracterizado por la guerra de Ucrania, que era algo impensable que ocurriera en la Europa del siglo XXI. Es un fracaso de la inteligencia humana. Lo que espero y que pido al año nuevo es que la guerra cese.
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