Ahora que me doy cuenta de que soy mayor; no viejo del todo, vivo sensaciones que antes no tenía, y si las tenía no las notaba. A veces me apetece hacer algo distinto, pero creo que no solucionaría nada de lo que ya conozco. Como dicen algunos, ya todo está inventado. Hasta que te das cuenta de que hay cosas que, aunque parezcan iguales, no lo son del todo. Es cuando descubres que ciertos detalles hacen que sea diferente a la idea original, y que su utilización puede ser distinta o la faculta para otros empleos. Salvando las distancias y pidiendo perdón por el atrevimiento, lo mismo Charles Darwin definió la evolución como “descendencia con modificación”, que las especies cambian a lo largo del tiempo y dan origen a nuevas especies compartiendo un ancestro común. La idea que nace de otra idea y persiste en su finalidad, podría considerarse igualmente modificada. O que fue reinventada para otro objetivo distinto a la idea original.
Inventar es como crear algo que no existe, y eso es casi imposible, pero hay infinitas maneras de interpretar, practicar, entender o realizar, aunque no sea la idea primigenia. Por ejemplo ‘volar’. Solo y exclusivamente se trata de no tener los pies sobre la tierra. Para que nos entendamos, que algo pueda mantenerse en el aire. Es entonces cuando surgen formas o maneras de poder volar, para lo cual se hace necesario redundar en la idea primitiva, pero creando algo que la pueda realizar.
La idea es volar, pero ahora hay que descubrir cómo se podría hacer. Es curioso que una sola idea sea capaz de desatar cascadas de inventos, medidas, peso, velocidad, aerodinamismo…, o inventar un sinfín de objetos o elementos necesarios para hacer que una, o algunas cosas, puedan realizar la acción de volar.
Si nos paramos a pensar, ‘volar’ no es ninguna idea original, ya que la madre de todo, como en todo, había previsto como una forma de vida para seres y elementos, al igual que crear los componentes necesarios para realizar dicha actividad: alas, plumas que redujeran peso, formas aerodinámicas y, lo más importante, sistemas de movimientos y aceleración capaz de vencer ‘la más grave de las leyes’. Bueno, aquellos que quiera saber más sobre la idea de volar, seguro que podrán ilustrarse leyendo al padre de la ‘ley de la gravedad’ que, según dice, dicha idea le vino cuando plácidamente dormía debajo de un manzano y el desprendimiento de uno de sus frutos irrumpió su tranquilo descanso.
Es de reconocer que la idea del gran matemático subsanó muchos problemas. Cosa muy distinta a lo que ocurrió en el ‘Jardín del Edén’. Parece inverosímil que una manzana cree la mejor o la peor idea. Así que tengamos cuidados con las interpretaciones: nos traen felicidad o nos abruman de tristeza. Observemos ‘Congreso y Senado, auténticas ‘cámaras de gas’. Ahora con tantas manzanas podridas recuerdo que Pedro Pacheco dijo algo de cachondeo. Que se acabe la guerra de Ucrania, baje el gas, pase esta pandemia política, seamos más consecuentes, ayudemos a quienes nos necesitan, y que pobres, niños y mujeres puedan vivir en paz.
Elegird bien los postres, sobre todo la ‘tarta de manzana’. Os deseo un año de aventura y libertad.
FELIZ NAVIDAD
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