El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, explicó hoy por teléfono al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que si bien ambos países mantienen contacto según la voluntad de sus jefes de Estado, no pueden hablar de cooperación mientras el país norteamericano "apuñala".
“Estados Unidos no puede pedir conversar y contenerse en esa conversación al mismo tiempo, o hablar acerca de cooperación mientras a su vez apuñala”, destacó el canciller chino según la agencia estatal de noticias Xinhua.
En la conversación telefónica, que según los medios locales se dio a petición de Blinken, Wang resaltó que la actual relación entre ambos países “no es una competencia razonable, sino una represión irrazonable” y que se basa en “intensificar las contradicciones” en lugar de “gestionar y controlar las diferencias”.
A pesar de esto, el funcionario chino instó a que las dos partes se centren en visibilizar “políticas prácticas y acciones concretas” del consenso alcanzado en Bali con motivo del G20 entre el presidente de China, Xi Jinping, y el de EE.UU., Joe Biden.
“El mundo en general espera que las relaciones entre China y EE.UU. dejen de deteriorarse y se recuperen”, añadió Wang.
La prensa estadounidense resalta que la petición de la llamada por parte de Blinken fue para poder tratar cuestiones relativas a la guerra de Ucrania que enfrenta al país en cuestión contra Rusia.
Wang aprovechó la conversación para repetir la posición de China al respecto desde que comenzó la invasión rusa, que no es otra que la de “posicionarse siempre del lado de la paz y de los principios de la Carta de las Naciones Unidas”.
“Continuaremos desempeñando un papel constructivo para resolver la crisis a nuestra manera”, agregó el canciller.
Desde el estallido del conflicto en Ucrania, China ha mantenido una postura ambigua, ya que ha pedido respeto para "la integridad territorial de todos los países", incluida Ucrania, y atención para las "legítimas preocupaciones de todos los países", en referencia a Rusia.
Por su parte, en un comunicado del departamento de Estado de EE.UU., Blinken destacó la “necesidad de mantener abiertas las líneas de comunicación” entre ambos países.
El secretario también expresó su preocupación por la guerra de Ucrania y las “amenazas que representa para la seguridad mundial”, además de discutir con Wang el contexto actual de la covid-19 en China y pedir “transparencia para la comunidad internacional” sobre la situación de la pandemia en el país.
Esta conversación telefónica se da el mismo día en el que China sanciona a dos ciudadanos estadounidenses, Miles Yu y Todd Stein, en respuesta a las restricciones impuestas por Washington a dos funcionarios chinos por supuestos abusos contra los derechos humanos en la región del Tíbet (oeste).
En los últimos años, Pekín ha aplicado sanciones contra funcionarios estadounidenses por "inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong" o después de que Washington hiciera lo propio contra dirigentes del Partido Comunista de China (PCCh) por su supuesta implicación en los abusos contra los uigures en la región occidental de Xinjiang.
Las relaciones entre ambos países comenzaron a deteriorarse en 2018 cuando el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, inició una guerra comercial con China que después se amplió a campos como el tecnológico o el diplomático.
El pasado verano, la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, exacerbó las tensiones entre las dos potencias.
Sin embargo, Joe Biden y Xi Jinping escenificaron en noviembre, en los márgenes de la cumbre del G20 en la isla indonesia de Bali, un acercamiento para evitar que las tensiones desemboquen en un enfrentamiento bélico.
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