El Gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni ha dado marcha atrás en la propuesta para que los clubes de fútbol pagaran a plazos la deuda de casi 500 millones de euros acumulada desde 2020, y que fue aplazada para aliviar la situación provocada por la pandemia, lo que complica su situación al obligarles a hacer frente a la misma antes del 22 de diciembre.
Los equipos del 'calcio' de las tres primeras categorías (Series A, B y C) deben, en total, 480 millones de euros en materia de impuestos (IVA e IRPF) desde que en 2020 se les concediera una suerte de amnistía fiscal para aliviar su complicada situación económica provocada por la pandemia, que provocó el fin de la actividad deportiva.
La fecha límite para pagar esa deuda es el próximo 22 de diciembre y muchos equipos no pueden hacer frente inmediatamente al importe.
Ante la necesidad de los clubes de sufragar la deuda de manera fraccionada, Claudio Lotito, presidente del Lazio y senador por parte de Forza Italia -que forma parte del Gobierno Meloni-, presentó la enmienda para dividir la deuda en 60 cuotas (cinco años) y pagar las tres primeras antes de la fecha límite del 22 de diciembre.
El Gobierno tenía la intención de incluir enmienda en la Ley de Presupuestos que debate actualmente, pero, ante el revuelo social que provocó en Italia lo que iba a ser una excepción para el fútbol, un trato de privilegio frente al resto de empresas italianas, decidió dar marcha atrás.
El primero en oponerse fue el Ministerio de Economía, rápidamente respaldado por Meloni y por el ministro de Deporte y Juventud, Andrea Abodi.
"El escudo penal de los clubes de fútbol es insostenible", dijo este miércoles la primera ministra italiana durante la reunión con los portavoces parlamentarios de su partido, el ultraderechista Hermanos de Italia, en el Palacio Chigi, la sede del Gobierno italiano.
También hoy Abodi, en la sesión de control del Gobierno en el Parlamento, reconoció que "los ciudadanos no lo entenderían".
"No creemos que se den las condiciones para ofrecer herramientas exclusivas a este sector", dijo, al asegurar que "hay clubes virtuosos que pagan puntualmente, quizá haciendo una compra menor de jugadores por respeto a las normas, y otros que tienen un paradigma de gestión diferente".
De esta manera, el fútbol italiano se queda contra las cuerdas a dos semanas de la fecha límite para poder abonar la deuda que acumula desde 2020.
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