Sanlúcar de Barrameda es, en la actualidad, la mayor productora de boniato a nivel europeo. La producción del boniato ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década, la peculiaridad de las tierras de cultivo de la zona de La Algaida y Los Llanos, conocidas por sus ‘Arenas finas’, hace que se generen varias cosechas al año, la producción de este tubérculo está suponiendo todo un reto y un estímulo para los agricultores.
Hace 10 años, la producción de boniatos en Sanlúcar en una de las tres cooperativas, existentes en La Algaida era de 5.000 toneladas. En 2019, la campaña se cerró con 27.000.000. En este año, la campaña ha sido menor debido a la competencia de otros países, que ha llevado a los agricultores a reducir la cantidad de siembra por temor a una baja rentabilidad que ya sufrieron en campañas pasadas.
En la cooperativa Virgen del Rocío, esperan alcanzar esta campaña los 5 millones y medio de kilos de boniato, “la mitad” que el año anterior, según apunta el responsable de la cooperativa, Juan Manuel Jiménez.Egipto, Sudáfrica y Estados Unidos han comenzado a producir sus propias batatas, elevando una calidad que ahora casi iguala a la de las tierras sanluqueñas. En Frusana, han recogido hasta la fecha unas 25.000 toneladas de este tubérculo.
Pese a tratarse de un esquimo de verano, se está ampliando el ciclo de siembra desde finales de marzo, empleando para ello mantas térmicas e intentando ampliar el ciclo para tener más meses de recolección.
La recogida del boniato se realiza de forma manual. El tubérculo va directo del campo a la cooperativa, donde se lava a presión y se seca, y se empaqueta en cajas de cartón para su distribución tanto al mercado nacional como internacional.
Actualmente, la mitad de la producción se vende para fresco y, la otra mitad, se destina a productos transformados, sobre todo, para la preparación de preparados de alimentación infantil. Una de estas cooperativas sanluqueñas abastece de producto fresco a un conocido supermercado a nivel nacional, por lo que mantienen las cifras de ventas a nivel nacional.
La elevada demanda y el aumento de la producción ha permitido a las cooperativas sanluqueñas apostar también por la elaboración, vendiendo parte de la cosecha a industrias de transformación agroalimentarias que elaboran productos como chips de boniato, bastones o boniato deshidratado, purés, guarnición o asados. Una diversificación que está generando un aumento del consumo en torno al 5-7% todos los años, incluyéndose en la cocina, en platos elaborados, etc.
La producción de boniato o batata se exporta a numerosos países de Europa y también al mercado nacional para fresco, aunque en el territorio nacional es donde menos se consume este tubérculo, también conocido como batata y que destaca por sus altas cualidades nutricionales.
En España, la media de consumo está en 400 gramos por persona año, muy inferior a otros países como Portugal, con 2 kg/año por habitante o los países Lationamericanos o EEUU, donde el consumo se eleva hasta los 4 kilos anuales. “El potencial en estos mercados es enorme, por lo que tenemos que trabajar con calidad y buen producto”, señala el responsable de Frusana, Juan Manuel Rodríguez.
La mayoría de la producción se destina a países extranjeros. Alemania, Inglaterra, Holanda, Francia y Rumanía con los principales importadores de este producto, mientras que para el mercado nacional la cantidad es bastante pequeña. Los agricultores continúan apostando por este tipo de cultivo, de navazo, donde se excava en la arena buscando el agua. Impulsado por la modernidad, los más antiguos del lugar aseguran que cuando Cristóbal Colón abasteció sus barcos, buscó verduras -posiblemente boniatos- en Los Llanos de Bonanza.
Generación de empleo
Las cooperativas agrícolas de La Algaida facturan anualmente alrededor de 80millones de euros, generan más de cinco mil empleos y exportan a diversos países europeos un 60% de la producción, lo que las mantiene como una de las principales potencias de la agricultura de la provincia de Cádiz.
La campaña del boniato, junto a las de la patata de Sanlúcar y la de la zanahoria, son las que mayor actividad económica generan en la zona, que se ha consolidado en los últimos años como una de las principales exportadoras de productos hortofrutícolas de la provincia de Cádiz y de Andalucía.
Sólo para esta campaña del boniato, que se extiende desde agosto hasta diciembre, hay contratados en la cooperativa Virgen del Rocío unas 60 personas para la manipulación del productos. Se espera que a finales de este mes de noviembre ya esté todo el cultivo recogido, y se preparen los campos de La Algaida para acoger a otra cosecha destacada por las propiedades por su capacidad para producir.
Una vez concluya la temporada de venta de boniato fresco, que en Sanlúcar principalmente se consume asado como un dulce de postre, comenzará la de importación, donde se consume más en platos salados, donde este producto destaca como “superalimento” ya que destaca por ser bajo en calorías, sin grasas y muy rico en fibra.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es