Asaja-Huelva ha lamentado que la sequía está afectando "gravemente" a la campaña de la castaña y del olivar ya que "además de la merma de producción, notable en ambos frutos", que ronda el 30%, en el caso de la castaña "se ha producido una disminución de la calidad".
Así lo han indicado en una información publicada en su página web, consultada por Europa Press, en la que ha apuntado que la campaña de la castaña de la Sierra de Huelva "está siendo nefasta" debido a la "gravísima" sequía que atraviesa la provincia, por lo que ha indicado que a los problemas cualitativos del fruto "se suma una notable merma de producción, que ronda entre el 25 y el 30% menos que en la campaña pasada", así como ha apuntado a que la castaña está siendo "pequeña y de mala calidad".
En este sentido, la asociación agraria ha manifestado que esto, a su vez, provoca que los productores "estén prescindiendo de las contrataciones que suelen realizar por esta época" y que suponen "una importante inyección económica y laboral para municipios desfavorecidos".
En este sentido, han lamentado que en las circunstancias actuales, con una cosecha "tan escasa", son los productores con sus propios familiares los que se encargan de la recolección de un fruto "que es una seña de identidad para la comarca" y que en esta campaña, "lamentablemente, ha sido muy golpeada por la sequía".
Asimismo, ha indicado que "lo mismo ocurre con el olivar" en pendiente que se cultiva en la Sierra y, "en general, en todas las zonas productoras de la provincia", toda vez que ha subrayado que un sondeo realizado por los técnicos de Asaja-Huelva entre las principales cooperativas arroja "una disminución de la cosecha de alrededor del 30% de media", que "se suma a la reducción que los agricultores ya experimentaron la campaña pasada".
Por ello, "teniendo en cuenta esta penosa situación", la patronal agraria insta a las administraciones a "habilitar líneas de ayudas" específicas para este tipo de cultivos tradicionales.
En el caso del castañar, además, ha destacado que su sostenimiento supone "la conservación de todo un ecosistema natural y cultural de por sí afectado por la edad de su arbolado, por las plagas y por los robos del fruto que los productores sufren todos los años". Por ello, considera que la administración "debe prestar especial atención para que no termine perdiéndose definitivamente".
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