En declaraciones a Europa Press, Del Castillo, que lamentó que los detenidos por la desaparición de su hija “nos están toreando y cachondeándose de todos, de la familia, de la Justicia, de la Policía y de la sociedad”, consideró que la Policía “debe llevar a la menor de Camas donde dice que está el cuerpo, y con ella allí durante toda la búsqueda, empezar a excavar donde diga ella”.
Agregó que, en el caso de que no se encuentre nada “deben imputarla por mentir y que pague los gastos que ocasione, y si ella como menor no puede responder, que los padres respondan por ella, pues es algo inaudito que esté impune”. “Esos padres deben responder y deben saber educar a sus hijos o si no, que les quiten la custodia”, aseveró.
Del Castillo reconoció que recibió el email de condolencia de la hermana de uno de los detenidos, Samuel B. ante lo que explicó que le ha respondido “recordándole que tiene una declaración firmada implicándole en los hechos”, tras lo que le apremió a que, “si es inocente, que diga la verdad y que diga donde está el cuerpo de mi hija”.
“Con la verdad se debe ir a todas partes y a mí me importa que aparezca mi hija”, agregó el padre de Marta, quien pidió al principal imputado en los hechos Miguel C, que “si ahora dice que no sabe dónde está mi hija, diga quién se ha encargado de hacer desaparecer el cuerpo de Marta, de qué persona se trata”.
Lamentó que el caso “está igual que anteayer y no hemos sacado nada positivo de la vista preliminar” y aseguró comprender la reacción popular ante un caso que constituye “una vergüenza muy grande para las autoridades y que nos salpica a todos, pues sabemos quienes son los inculpados, tenemos al asesino confeso, pero lo más grave es que no hayamos podido dar con el cuerpo de mi hija”.
“No se puede consentir que esto vuelva a pasar”, concluyó el padre de Marta del Castillo.
Miguel insistió el viernes, durante la celebración de la audiencia preliminar del caso, en que no sabe dónde está el cuerpo de la joven. Fue el propio juez instructor, Francisco de Asís Molina, el que cuestionó al asesino confeso con la pregunta “¿Dónde está el cuerpo?”, a lo que Miguel respondió que “no sé dónde está”, tal y como ya dijo en su última declaración prestada en septiembre, cuando aseguró que fue su amigo Samuel B. quien se deshizo del cadáver utilizando el coche de un tío suyo, de manera él desconocería el paradero del cuerpo y si éste se pudiera encontrar en el Guadalquivir.
Fue el letrado de Francisco Javier D, José Manuel Carrión, quien solicitó la declaración de Miguel, que se acogió a su derecho constitucional a no declarar y se limitó a admitir la autoría de la carta remitida a su hermano en la que se autodefinía como “cabeza de turco” y ponía de manifiesto que su hermano nada tiene que ver con el crimen.
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