Sanlúcar

Sanlúcar revalida sus dos Bib Gourmand en la Guía Michelín

Los restaurantes Casa Bigote y El Espejo son reconocidos por la prestigiosa guía por su buena relación calidad precio

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  • José Luis Fernández Tallafigo y Fernando y César Hermoso, de los restaurantes El Espejo y Casa Bigote. -

Sanlúcar sigue brillando en el escenario dela Guía Michelín habiendo revalidado las dos distinciones Bib Gourmand que poseía hasta la fecha. El Palacio de Congresos El Greco de Toledo vivió anoche una auténtica lluvia de Estrellas durante la Gala de la Guía MICHELIN España & Portugal 2023 en la que tanto el restaurante Casa Bigote como El Espejo, de Sanlúcar de Barrameda, han revalidado su reconocimiento como Bib Gourmand.Esta distinción reconoce o identifica a los establecimientos con la mejor relación calidad-precio. Una selección de restaurantes que está basada en "propuestas y estilos muy dispares". En la Guía Michelin de 2023 se han referenciado un total de 243 restaurantes con este sello, de los que 31 son novedades, si bien Sanlúcar consigue revalidar sus reconocimientos a un restaurante de cocina tradicional y otro innovadora, en el año en el que la ciudad hace gala de ser la Capital Española de la Gastronomía.

Del restaurante El Espejo, la guía señala que supone "un soplo de aire fresco en la gastronomía de Sanlúcar y, sobre todo, en el entorno de Bajo de Guía, un turístico barrio marinero en el que la oferta se suele limitar a mariscos y pescaíto frito". El restaurante, ubicado dentro del hotel Posada de Palacio pero con un acceso independiente, combina su montaje rústico-actual con los detalles antiguos inherentes a la arquitectura del edificio; de hecho, una de sus salas ocupa las antiguas caballerizas. En cuanto a la carta, destaca "una cocina moderna que ensalza los productos del entorno y dos menús degustación", señala la guía Michelín al tiempo que alaba que su chef, José Luis Fernández Tallafigo "cuida mucho la puesta en escena".

En el caso del restaurante Casa Bigote, recuerda la guía que se trata de una casa familiar que abrió sus puertas en 1951 como una sencilla taberna marinera, donde se despachaba manzanilla a los curtidos pescadores del barrio Bajo de Guía; con el paso de los años, Fernando Bigote y sus hijos fueron ampliando el negocio. Actualmente dispone de una taberna típica y dos salas de ambiente neorrústico con detalles marineros, destacando la del piso superior por sus vistas a la desembocadura del Guadalquivir. "Ofrece deliciosas frituras, guisos marineros, pescados de la zona y, sobre todo, unos espectaculares langostinos, siendo este un producto que ha marcado su identidad".

 

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