Cádiz

Caos y confusión en el primer día de mudanza forzosa de los juzgados de San José de Cádiz

El Juzgado de Guardia, reubicado en el edificio Carranza, estuvo con los ordenadores sin funcionar hasta media mañana

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Andaluc�a Informaci�n
  • La Junta ha decretado el cierre de los Juzgados de San José por el mal estado del inmueble. -
  • Ni juicios, ni Servicio Común: El STAJ lamenta la falta de previsión de la Junta: “Hemos tenido suerte de que no ha habido ningún detenido”
  • Reclaman de forma urgente del comité de seguridad de salud “para saber qué va a pasar”

Los funcionarios de justicia no las tenían todas consigo y al final se cumplieron sus peores presagios, de los que también advirtió el propio Colegio de Abogados de Cádiz. El primer día de reubicación del Juzgado de Guardia en el edificio Carranza de Cádiz tras el cierre del inmueble donde hasta el jueves funcionaban ocho juzgados de Cádiz capital (cuatro de Primera Instancia y cuatro de Instrucción) se caracterizó por el “caos” y la “falta de información”. Estas circunstancias generaron mucha confusión tanto entre los usuarios como entre los propios trabajadores de las dependencias, que se vieron atados de pies y manos por la “falta de previsión” de la Junta. “Ha sido un día caótico, no ha habido nada en funcionamiento en el Juzgado de Guardia hasta las once y media de la mañana que han empezado a estar operativos los ordenadores, y hemos tenido suerte de que no ha habido personas detenidas”, apunta a VIVA CÁDIZ Carmen del Castillo, del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ) Cádiz.

Hemos tenido suerte de que no ha habido ningún detenido”

Hasta el edificio que la Junta tiene alquilado a la Zona Franca, donde hay numerosas unidades judiciales, acudieron ciudadanos derivados desde la sede de San José pendientes de citaciones del Servicio Común (encargado de notificaciones y embargos) que tampoco funcionó en el día de ayer. Está a la espera de que se complete el traslado del mobiliario, previsto para hoy, en una jornada en la que no estara a pleno rendimiento. Mientras tanto, se han suspendidos los juicios y señalamientos previstos tanto en el día de ayer como para este martes, y la previsión es reubicar los señalamientos en las restantes sedes judiciales (Audiencia Provincial, Edificio Carranza...) desde el miércoles, aunque aún no hay nada cerrado.

A estas perspectivas tan poco halagüeñas, alertan desde el STAJ, hay que añadir los problemas para teletrabajar que tienen los funcionarios, especialmente los de los juzgados de Instrucción, que es la alternativa que ha dado la Consejería de Justicia de forma provisional. “El teletrabajo en los juzgados es una quimera. No se puede teletrabajar en todos; no es lo mismo un juzgado de Instancia, que un juzgado de Instrucción al que llegan temas penales; el personal que viene es diferente y hay actuaciones imprescindibles y necesarias que se pueden hacer personalmente”, señala del Castillo, que, además, subraya el déficit de medios materiales de muchos compañeros de estas unidades para poder trabajar desde casa. Ya ocurrió en la pandemia, como también alertaron los letrados y la historia se repite.  “En los juzgados de Instrucción no están trabajando, hay funcionarios sin ordenadores y los que lo tienen no tienen la aplicación. El teletrabajo es voluntario”.

El estudio de habilitabilidad, en diez días

Aunque la Junta no ha dado plazos oficiales de cuánto tiempo permanecerá clausurada la sede de San José por el mal estado del edificio, al citado sindicato le consta que el estudio de habilitabilidad que han iniciado se prolongará diez días, y dudan mucho que tras ese tiempo reabra. Por ello, han pedido de forma urgente del comité de seguridad de salud “para saber qué va a pasar”.  “Hay mucha incertidumbre”, concluye. 

“La situación en los juzgados de San José es grave”

En total, entre 180 a 200 empleados de justicia de los ocho juzgados se han visto afectados por el cierre. La primera denuncia ante la Inspección de Trabajo del STAJ data de 2014, cuando se clausuraron los calabozos.  Ocho años después, “la situación es grave”, alertan. 

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