Las Fuerzas Armadas filipinas denunciaron este lunes un incidente entre buques de guardacostas de China y Filipinas cerca de un archipiélago disputado en el mar de China Meridional, a un día de la visita de la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, a la isla filipina de Palawan, el litoral más cercano a las aguas en disputa.
El hecho tuvo lugar ayer cuando un buque de guardacostas filipino trató de recoger un objeto no identificado que flotaba a la deriva cerca la isla Pag-asa, un islote ocupado por Filipinas y situado a unas 290 millas náuticas del litoral occidental de Palawan y cercano a una isla apropiada por China en el disputado archipiélago de las Spratly.
Cuando los tripulantes filipinos ya habían comenzado a recoger el objeto, una lancha neumática desplegada por un buque de guardacostas chino apareció precipitadamente y se apropió de él, según el comunicado enviado a EFE por el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas en el Mar del Sur de China (WESTCOM), el mayor Cherryl Tindog.
Los tripulantes chinos "cortaron el cabo que unía la embarcación con el objeto a la deriva" y lo llevaron hacia el buque chino, explicó el vicealmirante filipino, Alberto Carlos.
Horas después del encontronazo entre ambas patrulleras, se escucharon "explosiones o fuego de artillería", según informó el periódico Philippine Daily Inquirer, que pudo hablar con varios residentes de Pag-asa, la única isla ocupada por Filipinas que cuenta con asentamientos civiles y cuya población ronda los 190 residentes, entre personal militar y civil.
Los estallidos "están siendo investigados" por las Fuerzas Armadas de Filipinas, según explicaron a EFE por teléfono fuentes militares filipinas.
El incidente ocurrió dos días antes de la visita de Kamala Harris, a la isla de Palawan - en el suroeste del país -, donde tiene previsto reunirse con miembros del equipo de guardacostas filipino y asociaciones de pescadores locales, muchos de los cuales vienen denunciando durante años la ocupación china de varias islas cercanas al litoral filipino en las que solían faenar.
La presencia de Harris mañana martes en la isla más cercana al archipiélago en disputa con China, la primera de un alto cargo de la administración de EE. UU. al lugar, podría elevar la tensión en la región, según los expertos.
China y Filipinas mantienen un conflicto territorial por la soberanía de varias islas y atolones en el mar de China Meridional, que Pekín reclama como propias por "razones históricas", a pesar de que algunas de ellas están a menos de 200 millas del litoral occidental filipino, límite que la ONU estableció como frontera marítima soberana entre Estados y al que China se adhirió en 1996.
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