Sucesivas réplicas del seísmo de 8,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió el sur y centro del país continúan asustando a los chilenos y dos millones de damnificados son todavía presa de la desesperación, a pesar de que la ayuda ha comenzado a fluir más regularmente.
La cifra de muertos se mantiene en 802, según los datos oficiales más recientes de la catástrofe.
Aunque aún no se ha traducido en cifras la cuantía de las pérdidas materiales, Bachelet consideró ayer que las tareas de reconstrucción durarán prácticamente los cuatro años del gobierno de su sucesor, el derechista Sebastián Piñera.
Por otro lado, la Embajada y el Consulado de España en Santiago de Chile “trabajan activamente” para localizar a toda la colonia española que se encontraba en las zonas más afectadas, informaron ayer a Efe fuentes oficiales.
“De momento, sigue sin constar de forma oficial que haya alguna víctima mortal española”, agregaron.
Los españoles que necesiten ayuda de emergencia podrán recibirla acudiendo al respectivo centro español de su área, según las fuentes.
Por otra parte, la ayuda humanitaria española ha comenzado a llegar a la zona dañada por el temblor, subrayó Bachelet.
España ha enviado un hospital de campaña que se instalará en la localidad de Penco, situada sobre un cerro, a unos 30 kilómetros de Concepción, la ciudad más castigada por el seísmo, situada a 515 kilómetros al sur de Santiago.
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