La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, ha condenado además al extorsionador, D. B. de 30 años y natural de Bilbao, al pago de 12.000 euros de indemnización al padre de la pequeña por el dolor tanto físico como moral ocasionado a la familia.
La fiscalía había acusado al hombre de un delito de estafa en grado de tentativa, con el agravante de haber tratado de "aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento" de la familia de la niña que en esos momentos se hallaba desaparecida, por lo que reclamaba una pesa de seis meses.
Sin embargo, tras la vista oral, el juez ha atendido la petición de la acusación particular de un año de condena por la comisión de un delito de extorsión en grado de tentativa, con el mismo agravante relativo a los daños morales de sus víctimas y ha destacado el "ensañamiento" en la actitud de este hombre, ante "el calvario" que estaba sufriendo la familia Cortés.
El juez ha considerado probado que el acusado conocía "la angustiosa situación que estaba sufriendo la familia" de Mari Luz por desconocer el paradero de la niña y así, el 24 de enero, nueve días más tarde de su desaparición, el hombre telefoneó al tío de la menor y le aseguró "pertenecer a una organización" que tenía retenida a la niña.
El hombre exigió el pago de 50.000 euros "a cambio de su liberación" y amenazó con cortar una oreja a la pequeña si al día siguiente no lograba el pago de la cantidad que había exigido.
El día 25 de enero llamó de nuevo para dar instrucciones de cómo debía ser el pago pero la comunicación se cortó, y esa misma tarde volvió a telefonear desde una cabina del centro de Bilbao para cerrar las negociaciones, pero fue localizado y detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía.
La sentencia recoge que el acusado explicó ante la Sala que efectivamente intentó engañar a la familia Cortés, pero que lo hizo tras haber consumido entre cinco a diez litros de cerveza, y así la defensa pidió un atenuante de la pena por la adicción al alcohol y las drogas de su patrocinado, que finalmente el juez estimó que no debían aplicarse en este caso.
La resolución, fechada el martes 23 de febrero, no es firme y las partes tienen un plazo de diez días para recurrir.
El día del juicio, la familia Cortés intervino en el juicio a través de videoconferencia desde la Audiencia de Huelva y, en declaraciones a Efe, Juan José Cortés, padre de la niña, reclamó a la Justicia que sea "contundente" a la hora de castigar a quienes se aprovechan de personas que viven situaciones dramáticas para extorsionar y estafar.
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