Cuando Saida subió a una patera en la costa argelina junto a su marido Mohamed y su pequeña hija Amani, estaba embarazada de nueve meses, los mismos que llevaban planeando salir de Argelia para emprender una vida mejor. Lo que nunca imaginaron es que daría a luz a Wassim durante la travesía, casi en la costa.
Saida tiene 39 años, su esposo 44, y Amani cuatro. En Argelia se quedó con la abuela materna otro hijo de la pareja, de 10 años, con el que esperan poder reunirse en España en un futuro. Tras su rescate, la mujer fue atendida en el Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería y ahora recibe con su familia el apoyo de Cruz Roja en un centro de acogida.
El matrimonio explica en una entrevista con EFE que tomaron la decisión de coger una patera para "tener una vida mejor", especialmente para sus pequeños. Él afirma que no podía llevar ni unos "pañales" a los niños, o un simple chándal a su hija cuando iba al colegio.
Revela que en Argelia trabajaba en la comunidad en la que residía, en la que realizaba labores de limpieza o "pintando las aceras". "Todo lo que es el mantenimiento". Cobraba del 28 al 28 de cada mes el equivalente a unos 25 euros. "Con eso no era suficiente", afirma.
Por ello, no dudaba en vigilar coches en un aparcamiento o "escaparse de su trabajo rápidamente para hacer algún que otro trabajillo esporádico" que le permitiese ganar algo más.
NUEVE MESES DE ESPERA
"Empezaron a buscar a alguien que los sacase de ahí. Estuvieron esperando 9 meses para poder salir", traduce la intérprete de árabe que los acompaña. “Ella tuvo que vender su oro, todo lo que tenía en oro”, apostilla. Él reunió lo “poco que iba ganando” y el dinero que le prestaron amigos cercanos para poder embarcarse.
En total, unos 3.000 euros. "Todo ese proceso fueron 9 meses de espera para poder luego salir". El equivalente a un embarazo y es que, precisamente, Saida se quedó encinta en estos aproximadamente 270 días, algo que no cambió los planes de la familia.
Especialmente cuando pensaban "todo lo que conllevaba el dar a luz el nuevo bebé". "Si hubiésemos encontrado algo mejor para poder salir, una mejor forma, no hubiese puesto en riesgo mi vida ni la de mis hijos", asevera Saida, quien sostiene que salió "totalmente normal de casa" sin tener síntomas del alumbramiento.
El mismo día de la salida contactaron con ellos por teléfono y les dijeron que "era el momento". Les pidieron que apagasen el teléfono y sobre las dos de la tarde salieron "poco a poco" porque Saida estaba ya en un "súper estado de embarazada". Llegaron al punto de encuentro y Mohamed la ayudó a bajar un pequeño acantilado.
Una vez en la playa, aguardaron a que llegase el resto de personas que iban a acompañarlos en la patera, y de noche zarparon rumbo a España. Sin embargo, tras unas millas, tuvieron que volver y aligerar peso, debido a que la embarcación iba muy cargada.
Calculan que pudieron estar unas 15 horas en el mar, aunque la diferencia horaria y el quedarse sin batería en los móviles no ayudan a realizar un cálculo fiel. "Di a luz casi aquí, estando en la costa", apunta Saida.
NACER EN ALTAMAR
Cuando comenzó el parto, le "pusieron unas telas que había en la patera". "Llevaba puesta una chilaba. Me la quitaron, me taparon y di a luz de forma normal", apunta la mujer. Fue Mohamed el que la asistió en ese momento. "Una vez que la toqué y sentí la cabeza del bebé, sabía que tenía que hacer lo posible para poder sacarlo", precisa el hombre.
"Todos los que estaban con él se quitaron las camisetas, las chaquetas que tenían. Él se quitó su ropa interior para poder envolverle bien, para que no pasase frío y les dieron calor hasta que pudieron ser rescatados", añade la intérprete a partir del relato de Mohamed.
Cuando en la mañana del pasado 14 de octubre la embarcación 'Salvamar Spica' de Salvamento Marítimo llegó hasta ellos, Mohamed confiesa que entonces se relajó y pensó que "si tenía que pasar algo", que fuese a él, pero con su familia "a salvo".
Tras su llegada a puerto, Saida fue trasladada con el recién nacido Wassim al Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería, dónde la cuidaron "muy bien". Ahora toda la familia está en manos de Cruz Roja, a los que están "muy agradecidos", y con cuyo respaldo esperan buscar un futuro mejor.
"Nos gustaría poder encontrar un trabajo. Hemos venido para tener un buen futuro, tanto para nuestros hijos como para nosotros. Estamos dispuestos a cualquier cosa. Dónde me digan que hay trabajo, iré a trabajar", añade Mohamed.
El coordinador de Cruz Roja Almería, Francisco Vicente, explica a EFE que estos argelinos no tienen familia en España y es su deseo el quedarse en España. "Buscaremos una plaza en un centro adecuado, ya que es una unidad familiar”, informa, a la vez que desvela que ya se han realizado los trámites para inscribir a Wassim en el Registro Civil.
"Ahora mismo la prioridad es toda la parte de salud, sobre todo de los niños, de darles las cartillas sanitarias y ponerlos al día de cualquier tipo de tema sanitario. Ya veremos otra fase con aprendizaje, idiomas y posibilidad de documentación y educación", precisa.
Luego, el recorrido de esta familia en España dependerá de numerosas variantes, pero, sea cuál sea finalmente, pueden contar que han logrado atravesar el mar y ser uno más que cuando partieron desde Argelia.
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