Dentro de unos días decenas de miles de jienense peregrinarán hacia los cementerios donde descansan los restos de sus seres más queridos. Durante el Día de todos los Santos lo que habitualmente son lugares más bien tristes, se llenan de color y vida con familias enteras mostrando sus respetos y añoranza a sus familiares y amigos fallecidos.
Pero el trajín del día en honor a los difuntos, festival nacional incluido, empieza mucho antes de que llegue la señalada fecha. Solo hay que asomarse a alguna de las floristerías de la capital y ver lo frenética de una actividad que prolonga la jornada laboral de los trabajadores de una forma única en el año. “Te puedo dar un solo minuto”, le dice a un servidor uno de los trabajadores de la floristería Aguilera.
No se le puede reprochar nada pues ni en ese minuto, en el que nos cuenta que la pandemia no ha cambiado en absoluto el hábito de consumo de los jienenses con respecto a una fecha tan señalada, deja de trabajar. Lo hace con más compañía de la habitual pues este tipo de establecimientos saben por experiencia de años anteriores que tienen que reforzar sus plantillas para llegar a todos los pedidos y lo hacen a conciencia.
“Normalmente aquí trabajamos tres personas y durante estos días estamos siendo el doble, seis”, explica Julia, de la floristería Bellido. Allí las manos de las dependientas no paran y la cola de clientes sale por la puerta que da a la Calle Álamos. Destaca Julia que la mayoría de los jienenses son previsores y realizan sus encargos con relativa antelación, “aunque hay muchos de última hora también”.
Desvela que aunque se encargan coronas lo que más se demanda son ramos de flores y entre ellas los claveles y las rosas son las más protagonistas. Desvela Julia que hay encargos de todo y tipo y que, al menos en lo que llevamos de semana, ella está viendo más movimiento que años anteriores. “Parece que este año estamos teniendo algo más de trabajo aunque aún quedan varios días y la diferencia tampoco es demasiado importante”, apostilla.
Tampoco deja de trabajar mientras habla y es que es consciente de que debe aprovechar estos días. “Son los más importantes del año porque hay otras fechas como San Valentía o el Día de la Madre en los que también se regalan muchas flores pero sin duda alguna el Día de todos los Santos es cuando más demanda hay.
Añaden que es una situación que agradecen tras la pandemia, cuando el trabajo se redujo de forma drástica y el sector sufrió al igual que el resto. “Hubo muchos entierros pero la mayoría se hicieron de forma muy discreta y, hasta que no se levantaron las restricciones, no empezamos a abastecer de nuevo a este tipo de evento”, desvelan por teléfono desde otra floristería capitalina.
Seguro que se están viviendo escenas similares en cientos de municipios del todo el país y es que esta es una tradición extendida pero que alcanza en la provincia de Jaén, y por supuesto en la capital, su máxima expresión. Raquel, una de las clientas que esperaba su turno, afirma que “las flores son el mejor detalle que le puedes llevar a tus seres queridos al cementerio porque normalmente es un sitio frío y gris y así, al menos una vez al año, se le da color y se ve de una manera diferente”.
Un pensamiento compartido que hará que el próximo martes miles de jienenses acudan junto a sus recuerdos y con flores en la mano a visitar las tumbas de aquellos que estén donde estén seguro que lo agradecen.
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