Una juez de Almería ha condenado a tres años de prisión a un hombre acusado de escapar con su vehículo "a gran velocidad" y "con osadía manifiesta" por las calles de Roquetas de Mar (Almería) cargado con más de medio kilo de hachís después de que fuera requerido en un control policial para su identificación.
El fallo, dictado en firme y consultado por Europa Press, condena al acusado por los delitos de resistencia a agentes de la autoridad, conducción temeraria y contra la salud pública, para lo que tiene en cuenta además la agravante de reincidencia al constarle un condena anterior por tráfico de drogas, si bien acuerda la sustitución de las penas por su expulsión del país durante un periodo de siete años.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 14,30 horas del pasado nueve de febrero cuando el acusado de 49 años, que se encuentra en prisión provisional por estos hechos, circulaba con su coche por la calle Sonora de Roquetas de Mar cuando fue avistado por los agentes, quienes lo llamaron para su identificación.
El acusado, "lejos de atender el requerimiento, reaccionó de manera violenta y desafiante" y con "total desprecio" hacia los agentes "aceleró bruscamente el turismo" para huir por la misma calle en sentido único, de modo que uno de los agentes se vio obligado a apartarse "para evitar ser atropellado".
A partir de ahí se inició una huida en la que el conductor, "con osadía manifiesta" emprendió la marcha "a gran velocidad" sin que diera muestras de importarle "ni la vida de los demás conductores", ni de la "los viandantes", así como tampoco la de unos menores que, justo en ese momento, salían del CEIP Francisco Saiz Sanz.
La sentencia da por probado que el conductor circulo "en sentido contrario" al menos 15 metros en la Avenida Carlos III para, tras dar un "giro brusco", incorporarse a Paseo de los Castaños "obligando a un conductor a frenar súbitamente para evitar la colisión".
Fue justamente en su huida por esta última vía cuando lanzó por la ventana una bolsa con siete pastillas de hachís con un peso bruto de 645 gramos, que fue recogida por los agentes. El estupefaciente habría alcanzado un precio en el mercado ilícito de unos 1.200 euros. Además, en el momento de la detención se le ocupó al acusado 455 euros procedentes de las ganancias de la actividad ilícita.
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