Tras un verano intenso de trabajo, los más jóvenes de la asociación cultural chiclanera Taetro, han estrenado esta semana Miles Gloriosus, el nuevo montaje de este taller de teatro grecolatino. Esta obra pone el broche de oro al periodo en el que Ainara García, Andrea Velázquez, Rocío Agüera, Paula Aragón, Natalia Vázquez, Darío Lagóstenea y Joeri Ivanov han prescindido de mañanas en la playa o de salir con sus amigos para empaparse de la cultura clásica y acudir a sus clases bajo las órdenes de Jaime Barbosa.
Una actividad que comenzó hace una década de la mano del filólogo clásico Eufrasio Jiménez y Miguel Ángel Bolaños, alma de Taetro. “Ya han pasado por este taller unos 80 jóvenes desde que se inició. Lo más gratificante es ver a los chavales sacrificar su tiempo para venir a la sede tres días en semana y que no solo se diviertan, sino que además se conviertan en amigos. El teatro es una de las mejores formas para socializar . Es nuestro gran orgullo, seguiremos haciéndolo y promocionándolo”, subraya Bolaños, quien señala que ya hay entre la cantera algunos miembros que se quieren dedicar profesionalmente a esto, como ocurre con Jaime Barbosa. “Él fue antiguo alumno nuestro y ahora se dedica al teatro. Actualmente, hay otros dos que están formándose en la ESAD de Sevilla”.
Taetro, además de impulsar este arte entre los jóvenes del municipio, fue la primera asociación de España en poner en marcha el certamen de teatro mínimo, que lleva por nombre Faly Guerrero, una de las figuras más importantes de la primera parte de la historia de este colectivo. “Taetro se funda en 1988, aunque hay que remontarse dos o tres años atrás cuando bajo el anhelo de varias personas que tienen intereses culturales y querían promover el teatro en Chiclana, comienzan a fraguar este proyecto. Ahí se encontraba Faly Guerrero, una persona que siempre estuvo muy vinculada al arte dramático, quien formó un taller de iniciación, junto a Antonio Estrada, un gran dramaturgo y actor. Lograron reunir a un grupo bastante interesante de amantes del teatro, empezaron a hacer pequeños montajes y terminaron viendo la necesidad de hacer algo más colectivo, ahí nacía Taetro. Fueron años de concienciación y de fomento de este arte, hasta el punto que reivindicaron un espacio escénico, porque la ciudad no contaba por aquel entonces con ninguno, y consiguieron que se construyese el Teatro Moderno. Cuando Faly falleció, todos nos quedamos un poco huérfanos, sin saber por dónde tirar, pero pusimos en marcha un certamen pionero en un género que hasta entonces era desconocido, el teatro mínimo, piezas breves de 10 minutos de representación muy ágil y dinámica”. Un concurso internacional que lleva el nombre de Chiclana por bandera y que este año celebra su 24 aniversario. “Recibimos unas 150 obras, fundamentalmente de España y Argentina, pero también de Israel, Estados Unidos, Grecia, Australia o Finlandia. Representamos en dos pases las mejores obras, una en marzo por el Día Mundial del Teatro, y otra a finales de noviembre”. Taetro acaba de cerrar el plazo de admisión para el certamen de este año, una edición que también contará con la publicación de un libro recopilatorio de las obras. “Otro de los premios para los ganadores es que la obra se incluya en nuestro libro, otro de los aspectos en los que hemos sido pioneros. Cuando no se vendían libros teatrales, nosotros publicamos uno al año, ahora ya existe en Madrid una feria del libro teatral”.
La próxima actividad de Taetro será su particular representación de El Tenorio a finales de este mes de octubre.
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