El Málaga volvió a volar por los aires la ilusión de un nuevo comienzo. Una semana más que no se gana y ya el aficionado está perdiendo la cuenta. Hay un dato que es demoledor: es el peor inicio del Málaga en Segunda en toda su historia (5 puntos de 24 posibles).
Jugaban último contra penúltimo y este 0-0 no conviene ni a malaguistas ni al Racing, pero deja más tocado al equipo de Pepe Mel. Se jugó a lo que quiso el cuadro de Santander, con un juego directo y apabullante que encontró dos disparos al palo que casi dilapidan a su rival. Pocas ocasiones claras para el Málaga, que solo fue mejor durante un periodo corto de minutos y que dormirá todavía en descenso.
Fueron 14 minutos. Eso tardó el Málaga en adueñarse del partido después de que el Racing practicara su monólogo particular, porque salieron mejores y más intensos. Pero poco duraría ese falso dominio. El Málaga de Pepe Mel pretende ser un equipo con salida de balón muy aseada (y en ello mucho tiene que ver la vuelta de Esteban Burgos, de lo más salvable), capaz de llegar a zona de peligro en un par de pases rompe líneas. Pero no se conectó del todo con Rubén Castro, siempre con la caña preparada, quien probó puerta con un disparo lejano y se durmió en un control dentro del área que lo dejaba en un mano a mano clave. Lo único que el Málaga haría en la primera mitad.
Por el otro lado, el Racing amenazaba con metros por delante. El exmalaguista Sekou Gassama, titular hoy, se lesionó rematando muy forzado y tuvo que salir del campo. Tras este cambio, el partido entró en descontrol y ahí salió perdiendo el Málaga, que jugó con fuego con tantas pérdidas y muy poca consistencia con sus posesiones. Pombo estrelló un obús en el palo en una falta directa. Quién avisa no es traidor.
Lo volvió a hacer el Racing tras el descanso con un travesaño de Jordi Mboula. El Málaga tardó en carburar con la entrada de Ramón, errático en momentos clave, acompañando a un N'Diaye que dio una de cal y otra de arena. El sacrificado fue Hervías, que no estuvo acertado en sus intentos de desbordar y centrar. Haitam era la solución y a eso recurrió Mel. El Racing tenía el partido donde quería, en una suerte de correcalles donde el Málaga no lograba contragolpear con sentido. Muy imprecisos todos los jugadores.
Apretó el Málaga en los minutos finales, pero por ráfagas y sin más claridad que con un cabezazo y un tiro blandito de Castro. Un centro chut de Haitam en la última jugada fue esperanza diluida con el pitido final. La estadística lo decía todo: 14 tiros del Racing por 6 del Málaga. El de esta tarde de sol y sombra en Santander es un empate que multiplica la impaciencia por la victoria. Algunos se preguntan cómo es posible que este equipo esté dando este rendimiento, pero todo puede hacerse realidad en el Málaga CF. Hasta lo imposible.
Ficha técnica:
0 - Racing de Santander: Parera; Mantilla (Aldasoro, min. 46), Pol Moreno, Rubén Alves, Satrústegui; Mboula (Camus, min. 69), Íñigo, Juergen, Pombo (Peque, min. 82), Íñigo Vicente (Arturo Molina, min. 82); Gassama (Matheus Aias, min. 28).
0 - Málaga CF: Reina; Juanfran, Esteban Burgos, Escassi, Jiménez; Hervías (Ramón, min. 46), N'Diaye, Febas (Jozabed, min. 72), Alex Gallar (Dani Lorenzo, min. 91); Fran Villalba (Haitam, min.65) y Rubén Castro.
Árbitro: González Francés (colegio canario). Mostró cartulina amarilla a Aldasoro y Matheus Aias del Racing de Santander y a Esteban Burgos y Reina del Málaga CF.
Incidencias: Partido de la octava jornada de la Liga Smartbank disputado en El Sardinero ante 10.032 espectadores
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