El Gobierno que liderará la ultraderechista Giorgia Meloni deberá afrontar un difícil contexto económico en el que ya se habla de recesión, mientras pone en marcha sus promesas electorales, como mitigar el aumento de los precios de la energía y pactar con Bruselas una revisión del Plan de Recuperación.
El primer problema del nuevo Gobierno será presentar los Presupuestos en pocos días, porque como recordó Guido Crosetto, uno de los fundadores del partido de Meloni, Hermanos de Italia, y hombre de confianza de la futura primera ministra, el proyecto de ley de presupuestos debe enviarse a Bruselas el 15 de octubre, cuando aún no se habrá formado el Ejecutivo, aunque se podrá obtener una prorroga.
Será necesario un intenso diálogo con el primer ministro en funciones, Mario Draghi, y "trabajar juntos", aseguró Crosetto, lo que significa ante todo respetar el marco macroeconómico del Documento de Economía y Finanzas (DEF), que el Gobierno anterior está cerrando, sin indicar claramente los objetivos programáticos y posponer para una fecha posterior para las medidas anunciadas en campaña.
Por otra parte, el nuevo Gobierno también tendrá que seguir las indicaciones del plan de Recuperación presentado por Draghi si se quieren recibir las cuotas de los fondos europeos.
El director del diario La Repubblica, Maurizio Molinari, recordaba estos días que diferentes análisis hablan del riesgo de la recesión económica en 2023 para Italia y "este es un desafío que hará temblar las piernas de Meloni" y que hará "necesario mantener la cooperación con Draghi" en los primeros tiempos.
Los últimos datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revisan al alza las previsiones de crecimiento de este año para Italia hasta el 3,4 %, pero en 2023 la economía italiana se contraería un 0,7 % por el impacto de la crisis energética, según un nuevo informe de la agencia de clasificación Fitch.
NO A LA DESVIACION DEL GASTO PÚBLICO
Con estas perspectivas, Meloni también tendrá que frenar las peticiones de su socio soberanista Matteo Salvini, de la Liga, de una desviación del gasto público para financiar las ayudas de hasta 30.000 millones para ayudar a familias y empresarios a hacer frente al aumento de la energía y a la inflación.
Los últimos datos de agosto confirmaron que la inflación se colocó en el récord desde 1985 del 8,4 %, mientras que para llenar la cesta de la compra este año las subidas de precios han sido de casi un 10 %.
Y además, el nuevo Ejecutivo tendrá que encontrar fondos para renovar las medidas de descuento de precio de los carburantes que concluyen el 31 de octubre.
Sin embargo, la líder ultraderechista ha asegurado que no aumentará la deuda ya excesiva del país y que se encontrarán los fondos con algunas reformas.
Por ello, Meloni en campaña electoral aseguró que se pedirá a la Comisión europea renegociar algunos puntos del Plan de Recuperación y Resiliencia presentado para la gestión de los fondos europeos, pues sólo se asignaron un 5 % de los recursos al tema de la energía y el panorama con la guerra en Ucrania ha cambiado.
Importante, y el punto sobre el que más vigilará el presidente de la República, Sergio Mattarella, será la elección del ministro de Economía que deberá negociar con Bruselas.
Otro escollo inmediato será el tener que abordar inmediatamente el tema de la aerolínea nacional, Ita airways, pues el anterior ministerio de Economía eligió el fondo estadounidense Certares junto con Delta y Air France-KLM para su venta, que se espera se cierre a finales de año, pero Meloni anunció que se opondría a ello.
LA RECETA DE MELONI
El programa económico presentado por Meloni tiene muy en cuenta la estabilidad en las cuentas y ha frenado algunas de las promesas de sus aliados de coalición, como el aumento de las pensiones mínimas a 1.000 euros al mes, así como el impuesto único del 15 % para todos, explicando que la rebaja se irá produciendo gradualmente.
Entre los puntos programáticos de Hermanos de Italia sí que existe el impuesto único - aún por determinar - para los autónomos que facturen hasta 100.000 euros anuales.
Otra de las promesas electorales será la eliminación de la renta de ciudadanía, introducida por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y que Meloni consideraba que empujaba a los italianos a no trabajar, para introducir una nueva herramienta que proteja a las personas sin ingresos, efectivamente frágiles e incapaces de trabajar, discapacitados, mayores de 60 años o con menores a cargo.
También se deberá afrontar la reforma de las pensiones ya que en campaña electoral la derecha prometió la llamada "cuota 41", que permitiría jubilarse anticipadamente a quienes tienen al menos 41 años de cotizaciones -actualmente la jubilación anticipada requiere 42 años y 10 meses de contribución- lo que supondría un coste a las arcas del Estado de 5.000 millones en el primer año.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es