Vino al mundo en la habitación de arriba de la nave donde se encontraban las soleras de Tío Pepe. Antonio Flores, enólogo y segunda de las tres generaciones de su familia como hacedores de vinos de González Byass, estaba predestinado a ejercer la profesión por la que además siente una gran pasión.
Con él nos hemos sentado a mesa y mantel en el nuevo restaurante Pedro Nolasco, con unas impresionantes vista a la Catedral de Jerez y una cocina dirigida por Alejandro Bazán, a la altura de la carta de vinos con los tesoros de la casa.
De Antonio Flores hemos aprendido de su sapiencia y si gran capacidad para comunicar los vinos. Además nos confiesa que en la cocina prefiere ser servido a servir, y su predilección por los dulces.
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