Rafael Polanco pasó un invierno entero reparando maquinarias climáticas en centros hospitalarios, concretamente en la planta de pediatría, durante una época en la que el frío combatía con fuerza. Este chiclanero tuvo que arreglar el sistema de una máquina que sólo tenía la mitad de la potencia para que calentase la parte donde estaban los niños. Desde ese momento comenzó a darle forma al proyecto que le ha llevado, después de varios prototipos, a patentar Inverair, el único sistema del mundo capaz de unificar la temperatura de todo el recinto desde el suelo hasta el techo en un 90%.
“La patente tiene más de 13 años, pero desde hace cinco años en Hosman, la empresa a la que pertenezco junto con Ana Prieto, hemos ido desarrollando pruebas y poniendo a punto este sistema para poder comercializarlo, consiguiendo todos los certificados de calidad y eficiencia energética”, explica este ingeniero técnico.
La peculiaridad de Inverair reside también en que es capaz de conseguir un ahorro energético del 65%. “Ante el momento tan delicado que estamos viviendo en materia energética, este invento resulta fundamental puesto que con unos pequeños cambios en las instalaciones logramos mantener una temperatura constante sin los contrastes tan bruscos de los sistemas tradicionales. Conseguimos que la temperatura que marca el termoestato sea la misma que la nuestra”.
Inverair se puede acoplar a cualquier sistema de climatización que ya esté funcionando, en viviendas o edificios: “Está teniendo una gran acogida, tenemos instalados varios en edificios públicos del Ayuntamiento de Chiclana, como en Emsisa, a través del Centro Box , así como en residencias particulares y centros educativos”. Este sistema funciona mediante alimentación eléctrica, las salidas y circulación del aire dirigido al recinto se producen por dos rejillas fijas. Cuando el evaporador está refrigerando, Inverair hace llegar el aire hacia las rejillas de ventilación superiores del recinto y es recogido por las inferiores. Cuando el aire es caliente, el proceso se hace al contrario, se recoge el aire del suelo y se lleva a las rejillas ubicadas en el techo.
Después de dos prototipos, a la tercera va la vencida, y en Hosman lo consiguieron. El objetivo pasa ahora por desarrollar una fábrica en la que realizar este sistema a gran escala. “Estamos con Andalucía Emprende en el proyecto para montar una fábrica en Chiclana con el apoyo del Ayuntamiento. Como deseo de futuro, pues que todos los edificios cuenten con nuestro sistema. De momento, esperamos que la fábrica se llegue a materializar, además, nos hace especial ilusión poder continuar desarrollando este sistema en nuestra tierra”.
Certificados
Este invento made in Chiclana cuenta con el marcado CE de la Comunidad Europea, también han conseguido el registro de huellas de carbono y la ISO1410, ahora quieren sumar un certificado especial enfocado en la sanidad.
“Inverair al no concentrar la calefacción en el techo, no proliferan hongos, ni bacterias ni virus, por eso consideramos que puede ser el complemento ideal para hospitales y centros sanitarios, al tener una temperatura constante y filtrar el aire, es perfecto para personas con problemas respiratorios o con alergias, ya que no resaca. Hemos logrado que el aire no se estratifique, regulando la humedad, que la temperatura sea más agradable y suave”, explica la CEO de Hosman, Ana María Prieto, quien subraya que “estamos convencidos de que se trata de un sistema muy importante, porque va a ayudar al planeta, ya que estamos viviendo unos momentos muy complicados con el cambio climático".
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