La solidaridad ha comenzado a llegar a las dominicas de Alcalá la Real y las 14 hermanas de clausura que habitan el Real Monasterio de la Encarnación ven "un poquito más cerca" el arreglo de las cubiertas del convento, muy deterioradas por el paso del tiempo y también por la mala calidad del material utilizado para su reconstrucción tras la Guerra Civil.
Su petición de ayuda para afrontar los 330.000 euros que costaría el arreglo del que depende su permanencia en el convento, ha empezado a dar sus frutos, aunque todavía quede mucho por delante. Por lo pronto, sor Carmen ha indicado a Europa Press que hasta este viernes ya son unos 8.000 euros lo que ha recaudado a través de donaciones, pero también ha habido administraciones como el Ayuntamiento de Alcalá la Real, que colabora habitualmente con el mantenimiento del convento que está dispuesto a poner su granito de arena.
Fuentes municipales han indicado a Europa Press que ha sido el alcalde de Alcalá la Real, Marino Aguilera, el que se ha entrevistado con la comunidad de religiosas para interesarse por la situación de las cubiertas y ver cómo pueden seguir colaborando y que otras administraciones ya sea a nivel autonómico o nacional puedan hacerlo con alguna ayuda.
El Ayuntamiento, a través de sus perfiles en redes sociales, "ante las numerosas consultas" que dicen estar recibiendo "de vecinos y personas de toda España, interesándose por cómo ayudar a las madres dominicas para el arreglo de la cubierta del convento", ha optado por difundir "la forma en la que se les pueden hacer llegar aportaciones económicas" y para ello facilitan el número de cuenta (ES47 0237 0115 2091 7225 0318).
En boca de sor Carmen todo son agradecimientos por la acogida a su llamamiento de ayuda. "Ha habido un niño que cuando escuchó la noticia quiso donarnos sus ahorros, y otra persona que con una pensión no contributiva ha querido donarnos 20 euros. Nosotras solo podemos dar las gracias de corazón y seguir rezando por todos", ha dicho Sor Carmen.
Después de la respuesta de la ciudadanía y que los medios de comunicación se hayan hecho eco de su situación a nivel nacional, Sor Carmen ve algo más cerca el poder hacer frente al proyecto y aunque falta mucho, no pierde su optimismo y la esperanza porque la fe mueve montañas y a ellas en ese campo no les gana nadie.
Hasta ahora han llegado donaciones económicas, pero en otros casos similares también ha habido empresas que han dado un paso adelante y han contribuido con materiales o con lo que buenamente han podido para contribuir a aminorar el coste del proyecto. Como ha indicado sor Carmen, "toda ayuda es bienvenida".
El convento estuvo a punto de cerrarse en 2008 por la falta de vocaciones. Entonces, solo quedaban cuatro hermanas, una de ellas enferma. Sin embargo, fue en octubre de 2008 cuando llegaron las tres primeras hermanas procedentes de Madagascar y la comunidad volvió a resurgir.
Actualmente, en este convento de clausura residen 14 hermanas con edades comprendidas entre los 90 y los 27 años y se espera que en breve lleguen nuevas incorporaciones.
Hasta ahora han ido realizando por su cuenta pequeñas reparaciones, pero la reparación de las cubiertas supone un desembolso de 330.598 euros para una comunidad que vive dedicada al rezo y a las obras de caridad y que solo recibe algunos ingresos extra por la venta de dulces en Navidad y con trabajos que les encargan algunas empresas locales.
La cuestión es que las cubiertas se están desintegrando y ya han comenzado las filtraciones en las celdas, en el claustro y en los lavaderos por lo que se enfrentan a riesgos de derrumbe.
Los techos están resueltos con cañizos soportados por una estructura auxiliar de rollizos de madera apoyados sobre los machones existentes de fábrica de piedra. En ambos casos, tal y como recoge el informe técnico realizado por los arquitectos, revela que la cobertura "no asegura la estanqueidad y el estado de las correas se
encuentra muy deteriorado".
Fue en 1588 cuando se instalaron en Alcalá la Real. Llevan cinco siglos en el municipio y sus antecesoras ya se enfrentaron a la reconstrucción del antiguo monasterio tras la Guerra Civil. De hecho, de las instalaciones primitivas solo quedan la Iglesia y el coro, el resto se volvió a levantar en el siglo XX.
La situación de las cubiertas y su temor a tener que marcharse del convento las llevó a grabar un video y subirlo a la Fundación de Clausura. Desde entonces, aprovechan todos los foros para pedir ayuda y poder continuar con su labor en un municipio como Alcalá la Real donde aseguran sentirse "muy queridas".
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