No faltan quienes consideran que las farmacias son simples tiendas cuya principal actividad es la venta de medicamentos.
Sin embargo, la dispensación de medicamentos, bajo la supervisión de un farmacéutico colegiado, va mucho más allá: se trata de un procedimiento en el que la intervención del licenciado en farmacia resulta vital a la hora de evaluar y evitar los posibles riesgos para los consumidores.
¿Qué se dispensa en las oficinas de farmacia?
Conozcamos las tipologías de los productos que pueden ser dispensados en las farmacias a pie de calle:
Fármacos bajo prescripción médica
Son los medicamentos que precisan de una receta médica oficial. No solo han de ser prescritos por un médico, sino que en las mismas ha de incluirse la posología particular del paciente, al objeto de que este no adquiera más cantidad de medicamento que la que precisa.
Productos OTC
Se trata de productos que pueden dispensarse libremente. La denominación OTC proviene de la expresión inglesa over the counter, que literalmente significa “sobre el mostrador”. Estos pueden ser:
- Medicamentos sin receta
- Suplementos alimenticios a base de vitaminas, minerales o hierbas medicinales
- Preparados de dermofarmacia, productos higiénicos, artículos de parafarmacia, etc.
Las antiguas Especialidades Farmacéuticas Publicitarias (EFP)
Esta era la denominación, hasta el año 2009, de los medicamentos que podían ser objeto de anuncios publicitarios, destinados al conjunto de los consumidores.
Esta figura legal ha desaparecido como tal de la normativa, por lo que este tipo de medicamentos están incluidos en el grupo de los productos OTC.
El valor añadido de la oficina de farmacia y del farmacéutico colegiado
La farmacia es un establecimiento sanitario y su titular un profesional que ha estudiado una carrera de alta exigencia que le ha preparado científicamente para:
- Conocer los usos, efectos adversos y contraindicaciones de los principios activos de los medicamentos
- Elaborar preparados farmacéuticos y formulaciones magistrales
- Aconsejar al enfermo en casos de dolencias comunes o de carácter leve
- Detectar y evitar los riesgos asociados al uso indebido de medicamentos
Los riesgos de internet
La legislación solo permite dispensar por internet productos del grupo OTC. Y si estos productos OTC son medicamentos, solo pueden ser comercializados online por farmacias autorizadas y bajo la supervisión directa de un farmacéutico.
Pero, a pesar de la normativa, abundan las tiendas online que se anuncian como farmacias sin serlo, vendiendo medicamentos OTC y fármacos que solo pueden dispensarse con receta médica.
El consumidor que adquiere un fármaco en esos establecimientos online no sabe qué es lo que está comprando: no existe garantía acerca de la composición real del fármaco, ni tampoco sobre su procedencia.
Por lo tanto, antes de adquirir cualquier medicamento en internet, deben tenerse en cuenta dos cosas:
- Si el medicamento a la venta es de obligatoria prescripción médica, la tienda online no es, en absoluto, una farmacia. El riesgo de fraude es alto.
- Para el resto de medicamentos y productos OTC, en el portal web de venta telemática ha de aparecer la identificación del titular de la farmacia, incluyendo su número de colegiado.
Y en caso de duda, en la web de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) puede consultarse el listado oficial de oficinas de farmacia autorizadas.
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