De acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, se define al dolor como una experiencia desagradable, tanto a nivel sensorial como emocional, que se asocia con los tejidos del cuerpo. El dolor, entonces, se produce como una respuesta del cuerpo que nos indica que existe una lesión.
¿Qué tipo de dolor tienes?
Más del 15 % de la población española presenta dolores crónicos, lo que puede afectar directamente sobre la vida laboral, económica y, por supuesto, sanitaria. Bien puede tratarse de una lesión, siendo las distensiones las más comunes. O quizás, el dolor provenga de una sobrecarga del músculo, como, por ejemplo, cuando se hace ejercicio sin un previo calentamiento, o por causas del estrés.
Pero existen otros tipos de dolor. En este caso, se hace referencia al dolor de articulaciones o un dolor alrededor de estas. Dicho dolor puede producir, incluso, una incapacidad funcional, por lo que es necesario atender a tiempo el problema. Por supuesto, es necesario determinar si el dolor articular se debe a una inflamación, si es de origen mecánico o neuropático, es decir, que posee características específicas como entumecimiento de la zona.
Efectos del dolor
Según la intensidad y la zona en la que se encuentre, un dolor puede incapacitar a alguien de manera parcial o total. Es bastante común que después de hacer ejercicios, sientas dolor en algunos músculos, sobre todo, en aquellos que se relacionan con la actividad física que has realizado. Y en el caso de que se haya producido un traumatismo, este tipo de dolor puede extenderse por un tiempo de hasta 48 horas.
Mientras tanto, los dolores articulares, por lo general, son agudos y tienden a perdurar en el tiempo. Algunas personas pueden sufrir de este mal por años, llegando a considerarse un dolor crónico. La inflamación es bastante característica de estos dolores, además de que empeora con el movimiento. Así que, se necesita de un producto de calidad para generar alivio verdadero y prolongado.
Soluciones para aliviar el dolor
El tratamiento a utilizar dependerá del tipo de dolor que se esté atendiendo. Por eso, es necesario abrirse a la posibilidad que la terapia sea farmacológica, o no. En muchos casos, lo primero que se indica es reposo para el manejo del dolor, pues así se evita que progrese el deterioro muscular o articular que lo está causando. Además, servirá de equilibrio con la rehabilitación que se indique a quien sufre el dolor.
Para algunas personas, quizás sea necesaria aplicar corriente eléctrica sobre las fibras nerviosas de la piel, con el fin de generar modulación del dolor. Combinar este tratamiento con técnicas de estiramiento eliminará la rigidez muscular y, por ende, reducirá el dolor. Cuanta más actividad muscular hagas, los músculos se irán adaptando y las molestias de tu cuerpo cesarán.
Los masajes y las terapias en las que se aplica frío y calor son buenas alternativas para eliminar los dolores musculares y articulares. No obstante, estas técnicas deben ser aplicadas por profesionales de confianza que garanticen un buen resultado y sin riesgos de lesiones secundarias que, con el tiempo, intensifiquen el dolor y, en consecuencia, agraven el problema.
Existe una nueva gama de soluciones específicas formuladas para aliviar eficazmente el dolor muscular y articular, tanto puntual como crónico de la marca Dolifaes que pueden ayudar.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es