Salario o conflicto. Ese es el lema que marca la actuación sindical ante la escalada de precios y la necesidad de que se actualicen los salarios para que los trabajadores no sufran una merma considerable en su poder adquisitivo. Lo anunciaba la pasada semana el secretario general de CCOO Sevilla, Carlos Aristu, en las páginas de Viva Sevilla, y el primer atisbo de un “otoño caliente” ya tiene las primeras movilizaciones, en el sector de las confiterías, bollería y pastelería.
Así lo han anunciado conjuntamente los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, tras denunciar la “insistencia” de la patronal del sector en “recortar salarios”, lo que les ha llevado a anunciar movilizaciones antes incluso de que se termine el verano, puesto que las primeras acciones de protesta se llevarán a cabo en la segunda quincena de agosto y en la primera de septiembre.
Según los sindicatos, tras alcanzar un preacuerdo el pasado mes de julio de 2021 con una subida salarial del IPC real más un punto, “la patronal pretende ahora recortar los salarios, eliminar la paga de antigüedad, incrementar las sanciones y poner en marcha penalizaciones por enfermar”.
La sexta y última reunión sobre el convenio no ha terminado en acuerdo. Muy al contrario. Según las centrales sindicales, “la patronal ha seguido con su pretensión de dinamitar la negociación y hacer lo posible por no llegar a un acuerdo”.
Los sindicatos, según exponen, han puesto sobre la mesa de negociación una propuesta conjunta “para posibilitar el acuerdo y proteger a los trabajadores y trabajadoras garantizando la viabilidad de las empresas y el poder adquisitivo de las plantillas”.
Tras un amplio debate, el presidente del Sercla ha hecho una nueva propuesta “que conjugaba los intereses sindicales y patronales, pero los empresarios no se han movido de su posición y han dinamitado la mesa de negociación volviendo a imponer recortes salariales”.
Preacuerdo de 2021
Además, el pasado mes de julio de 2021 se alcanzó un preacuerdo en el que se incluía una subida salarial del IPC real más un punto pero, con la actual inflación, “la patronal no quiere que sus beneficios vayan a los bolsillos de quienes más están sufriendo esta situación y alega que la persona que negoció en su momento no estaba legitimada para hacerlo”.
UGT y CCOO subrayan que desde el mes de marzo en el que comenzaron las reuniones, la patronal solo ha propuesto nuevos recortes, a pesar de que en los años 2019 y 2020 se ahorraron subidas salariales porque no había convenio.
Ante esta situación, ambas centrales sindicales “han dicho basta y se han levantado de la mesa sin acuerdo porque entienden que la actitud empresarial es una falta de respeto a todos los trabajadores y trabajadoras del sector”.
Ninguno de los dos entiende “cómo empresas como Inés Rosales, Confitería La Campana, La espiga Dorada y otras 250 empresas en Sevilla, que han incluso duplicado sus producciones en tiempos de pandemia, no reconocen el trabajo y dedicación de sus trabajadores y trabajadoras”.
Así, han anunciado la convocatoria de movilizaciones en el sector para la última quincena de agosto y la primera quincena de septiembre para que se lleven a cabo las acciones necesarias para “reconducir las posturas empresariales y hacerles recapacitar sobre la situación”.
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