“Amenazas con violación, te voy a quemar la casa con gasolina mientras duermes, palos de acero, agresiones físicas”, este es el modus operandi de las llamadas empresas desocupación, según denuncian la plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Stop Desahucios y Abanico Solidario de Málaga.
Algunos propietarios, en lugar de adoptar los cauces legales, están optando por contratar a estas empresas que están al margen de la leyUna auténtica película de terror que están viviendo “pensionistas o personas que no pueden pagar el alquiler”, cuenta Mónica Pérez, representante de la PAH, alertada por el aumento de casos en varias zonas de la provincia de Málaga. Hay una “ola de ataques” perpetrados “por empresas contratadas por propietarios”, y es que, tal y como explica Rosa Galindo, coportavoz de Verdes Equo, “algunos propietarios, en lugar de adoptar los cauces legales, están optando por contratar a estas empresas que están al margen de la ley y usan las amenazas y las agresiones”. Estas acciones, añade Pérez, “no siguen ninguna orden del juez ni legalidad para hacer lo que están haciendo”.
Uno de estos casos es el de Joana y su pareja. Alquilaron una habitación de un piso de la zona de Carlos Haya. Cuando firmaron el contrato “no sabíamos que nos estaban subarrendando” la habitación. Pasó el tiempo y, por “un enganche de luz”, hubo un conflicto entre la propietaria original y la inquilina que estaba subarrendando la vivienda; a raíz de ello la “dueña cortó el agua, la luz y nos dejó desamparados en la casa”, lamenta esta mujer.
Sin embargo, su situación fue a peor. “El martes llegó la empresa de desocupas ‘Exit Okupas’ a casa, empujaron la puerta, arrollaron a mi marido, le hicieron daño, se metieron los diez dentro y empezaron a sacar cosas. Le acosaron, vejaron y llevaban emblemas nazis; mi marido es negro, así que te lo puedes imaginar”. Esta pareja ha denunciado a la empresa, que “se fue amenazando con que volverían este viernes y que le iban a sacar a la fuerza”, asegura.
Es una situación “me da miedo”, confiesa Francisco Álvarez, representante de Abanico Solidario. Dice haber vivido en sus “propias carnes” como “a veces han llegado a secuestrarnos dentro del propio domicilio sin dejarnos salir ni entrar, sin dejar entrar alimentos para bebés”. “La policía ha sido testigo de todo esto y no ha hecho nada”, confirma la representante de la PAH, mientras que Álvarez especifica que los agentes “vienen y solo nos dicen que denunciemos”.
Ante esta situación, los tres colectivos han entregando una carta al subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, pidiéndole una reunión urgente. La portavoz del grupo municipal de Unidas Podemos Málaga, Paqui Macías, también presente en la concentración, considera que Salas, “es quien tiene que vigilar y dar las directrices para que la policía actúe defendiendo los derechos fundamentales”. Según sus criterios, hay un “problema en el modelo de ciudad y un gran problema de vivienda inasequible”.
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