Fue hace siete años cuando se puso la primera piedra de un proyecto que cada vez está más cerca de ser una realidad. En 2016 el Puerto de Huelva iniciaba la asistencia técnica del estudio de viabilidad de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL). Este martes se ha dado un paso clave con la presentación a empresarios e inversores del concurso público para el otorgamiento de las concesiones.
Un acto en el que tanto la presidenta del Puerto de Huelva, Pilar Miranda, como el director de la entidad, Ignacio Álvarez-Ossorio, han vendido las bondades de un proyecto con el que el Puerto aspira a dar un paso de gigante en su estrategia de diversificación y de apuesta por la intermodalidad y la logística, pasando de ser un puerto granelero a un puerto global.
Álvarez-Ossorio ha puesto la ZAL como ejemplo de un uso logístico limpio, respetuoso con su entorno y que fomenta una actividad muy demandada en la ciudades. De hecho, ha resaltado que se trata de un espacio de “transición” entre los usos urbanos y los industriales, pues la Zona de Actividades Logísticas se ubica entre la zona de crecimiento de Huelva, el Ensanche Sur, y la industria pesada al final de la Punta del Sebo, cada vez más reducida y con proyección hacia el Puerto Exterior.
Se trata, a su juicio, de “recualificar” una zona degradada por la industria para un uso logístico.
La presentación de este martes comprende la primera fase que ahora sale a concurso, una parcela de una superficie aproximada de 158.000 m2 -en total son 60 hectáreas- dividida en dos grandes manzanas, orientada a cuatro sectores fundamentales: industrial, agroindustria, sanitario y logística general y distribución urbana de mercancías, si bien reservando una franja de del espacio colindante con la avenida Francisco Montenegro para la ubicación de las actividades más terciarias como oficinas, restauración o comercio,entre otras, al objeto de ofrecer a la avenida una fachada de mayor calidad arquitectónica.
El proyecto de urbanización corre a cargo del Puerto, que está ultimando la redacción del proyecto, con la idea de que esté listo a final de verano y sacarlo a licitación a principios de 2023. La urbanización, con un “alto nivel de calidad”, supondrá una inversión de 20 millones.
En cuanto al concurso público para las concesiones, se publicará en el BOE este mes y el periodo de presentación de ofertas estará abierto hasta el 30 de diciembre.
Entre enero y febrero del próximo año se llevará a cabo la apertura de ofertas, on la idea de que en marzo el Consejo de Administración pueda dar el visto bueno a la adjudicación.
El objetivo del Puerto es adjudicar la concesión a una gran empresa que asuma toda la inversión y edificación para alquilarlos a terceros y que se encargue también la gestión. Eso “sería lo ideal”, en palabras de Álvarez- Ossorio, aunque también está la opción de adjudicar la concesión de espacios menores, asumiendo el Puerto el papel de “mayorista y gestor”.
La opción preferente del Puerto es que la ZAL sea explotada por una entidad jurídica de capital puramente privado, pero deja la puerta abierta a que sea de capital mixto público-privado, en cuyo caso estaría participada por la Autoridad Portuaria de Huelva.
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