Podemos lleva dos días sin comparecer públicamente tras el desastre de la coalición de izquierdas que concurrió a las elecciones andaluzas del domingo y no lo ha hecho en dos citas que suele ser costumbre: los lunes en la sede del partido con los portavoces y los martes en el Congreso, con Pablo Echenique.
Ayer no hubo rueda de prensa del partido, una convocatoria que es habitual los lunes, y se dejó todo el protagonismo a Izquierda Unida, que ha sido la fuerza que ha tutelado la coalición Por Andalucía y que concurrió a las autonómicas del domingo con tan malos resultados.
La coalición consiguió 5 escaños y Adelante Andalucía, dos más, en total diez menos que los que obtuvo este espacio político en las elecciones de 2018.
Una coalición que se puso en marcha en medio de fuertes tensiones entre los morados e IU a cuenta del liderazgo de la alianza y fue finalmente Izquierda Unida y Yolanda Díaz los que impusieron a su candidata, Inmaculada Nieto, frente al aspirante de Podemos.
Todo este enredo ha generado distanciamiento entre ambas formaciones y, aunque se fue corrigiendo según avanzaba la campaña, Podemos se ha sentido marginado y ahora tras el desastre en las urnas, ha dejado que sea IU la que lidie públicamente con este revés.
Y eso que a Podemos no le ha ido tan mal en las elecciones porque de los cinco diputados que ha conseguido la coalición, tres son de la formación morada, uno de Más País y otro el de la candidata a la Junta, Inmaculada Nieto.
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